El regreso del público a los estudios del fútbol argentino fue una de las cosas más esperadas desde que comenzaron las restricciones por la pandemia. Miles de hinchas de Rosario Central y de Newell’s esperaron con ansias poder volver a pisar sus respectivas canchas, pero los equipos de la ciudad no estuvieron a la altura, y la presión de jugar con la gente terminó siendo contraproducente.
El primero de los clubes rosarinos en tener acción con las tribunas con hinchas fue el Canalla, que el domingo 3 de octubre enfrentó en el Gigante de Arroyito a Argentinos Juniors. Con una magra campaña de puntos en lo que va del torneo, la Academia soñaba con poder darle una alegría a su gente después de tanto tiempo de jugar a puertas cerradas, pero las cosas no salieron como se esperaba.
El equipo no tuvo su mejor tarde, rápidamente se quedó con uno menos por la expulsión de Nicolás Ferreyra y todo fue cuesta arriba. Con gol de Carabajal en el inicio del complemento, el Bicho de la Paternal se quedó con los tres puntos en Arroyito y arruinó la fiesta Canalla en el Gigante.
Pese a que el plantel está ubicado en la mitad de la tabla de la Liga Profesional del Fútbol, los fanáticos de Rosario Central volvieron sin una sonrisa a su segunda casa, e incluso terminaron mostrando un gran descontento con la dirigencia. Cientos de plateístas silbaron e insultaron a los palcos oficiales donde suelen estar los miembros de la actual comisión directiva.
Una semana más tarde, los hinchas leprosos tuvieron su reencuentro oficial con el equipo y con el Coloso del Parque, recibiendo a Vélez Sarsfield en Rosario. El encuentro contra los de Liniers no escapó a la lógica, y teniendo en cuenta la pésima campaña que está realizando el club a lo largo de la Liga Profesional de Fútbol, no sorprendió la caída del conjunto conducido de Fernando Gamboa.
En lo que fue la cuarta derrota consecutiva en el Estadio Marcelo Bielsa, los fanáticos rojinegros tuvieron un sabor amargo a pesar de la posibilidad de acompañar a la institución. Aquellos que se acercaron tuvieron menos paciencia de lo esperado, y los silbidos hacia el primer equipo no tardaron en llegar. Luego del gol tempranero obra de Lucero, la presión pareció ser demasiada para un plantel que en líneas generales es joven.
El enojo de los leprosos se puede sintetizar perfectamente en los aplausos que recibió el paraguayo Canale por parte de los asistentes al Coloso. El zaguero central tuvo su estreno con la camiseta rojinegra, y a pesar de no tener una actuación descollante, una presentación aceptable y buen control de la pelota fueron suficientes para ganarse los elogios de los hinchas.
Sin embargo, la problemática de los equipos rosarinos no es excluyente de los clubes de la ciudad, y es algo que se repite en la mayoría de las instituciones de la Liga Profesional de Fútbol. Solamente 7 de los 26 conjuntos lograron los tres puntos jugando en sus propios estadios: River, Boca, Sarmiento de Junín, Talleres de Córdoba, Lanús, Huracán y Defensa y Justicia.
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