Después de un período de inactividad de varios meses, los cuatro radares fijos ahora están en funcionamiento y monitorean la velocidad en diferentes tramos de la avenida Circunvalación.
La recuperación de las máquinas fue parte de un plan para evitar actos vandálicos, que incluyó la instalación de baterías subterráneas para reemplazar el cableado eléctrico expuesto, evitando así el robo frecuente de equipos.
Ahora, es necesario volver a prestar atención a las agujas para respetar el límite de velocidad de 100 kilómetros por hora a lo largo de los 28 kilómetros del anillo vial.
Durante gran parte del año pasado, estos dispositivos estuvieron parcialmente fuera de servicio debido al robo sistemático de cables y componentes, lo que los dejó inutilizables poco después de su instalación. Ahora, después de cinco meses de inactividad, todo parece haber vuelto a la normalidad.
Comentarios