
La comisión Especial de Seguimiento e Investigación sobre fentanilo contaminado y/o adulterado, que estuvo presidida por la diputada nacional Mónica Fein, de Encuentro Federal, realizó una nueva reunión informativa en la ciudad de Rosario, Santa Fe.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de María Eugenia Schmuck, presidenta del Consejo Municipal de Rosario, quien afirmó que “Rosario ha sido una de las más golpeadas”. En ese sentido, subrayó que “los controles y la trazabilidad no pueden ser una opción, sino una obligación”. Por último, reafirmó que el “compromiso para que estos hechos puedan esclarecerse, juzgarse y sancionarlos como corresponde”.
Luego, Mónica Fein, como titular de la Comisión, realizó una breve reseña del objetivo de la misma. “Fue creada por unanimidad con el objeto de investigar cómo pudo haber pasado esta tragedia y qué debemos mejorar para que no vuelva a ocurrir”, explicó. En la misma línea, Silvana Giudici (PRO) resaltó que se está llevando a cabo “un trabajo muy robusto en el tras de escena para entender el por qué sucedió este hecho delictivo y que nos avergüenza como argentinos ya que la respuesta a los familiares tiene que ser total”.
Coincidentemente, Victoria Toloza Paz (UxP) destacó que esta séptima reunión informativa de la Comisión busca “seguir aportando evidencias”. Asimismo, ponderó que “esto es posible por la búsqueda de consensos, lo que muestra una madurez política”.
Lilian Gisela Amin, hija de Inés Ruiz, víctima del fentanilo contaminado, al señalar que se enteró de lo sucedido por los medios, criticó la falta de empatía con las familias y pidió visibilizar la mala actuación de las autoridades. “Mi mamá estaba sana, no tenía nada, y se muere envenenada, cuando nos dijeron que murió por una falla multiorgánica, que era lo que nos decían a todos sin ninguna otra explicación”, relató sobre lo padecido. En tanto, instó que “su muerte no sea en vano y que se haga justicia”.
En segundo término, habló Ana María Carranza, mamá de Ana Belén Salazar, que falleció a los 38 años en el Hospital Italiano de Rosario, y que ingresó a dicho nosocomio el 2 de abril por una convulsión. “Mi hija se descompensó y me quedé sin hija, me la entregaron muerta”, manifestó. En otro aspecto, fustigó al sanatorio por la mala intención y aseguró que “si fuera yo lo clausuro, que no exista más”.
En la continuidad, expuso Valeria Cuaglia, hija de Roberto Cuaglia, que también falleció en el Hospital Italiano, contó su experiencia con la muerte de su padre. Cabe recordar que ya había brindado su testimonio en el marco de la comisión en la Cámara de Diputados el pasado 7 de octubre. “Lo llevé a un lugar para que se cure y con el mismo remedio lo mataron”, narró.
Igualmente, Estefanía Ferrari, hija de Luis Ferrari, al ratificar que “esto fue una masacre” y que a su papá “lo mataron”, reflexionó que “parece impensado que tengamos que estar exigiendo calidad y acceso a la salud cuando es un derecho universal y debe estar garantizado”. Claudia Pérez, como familiar de víctima cuestionó el hecho de que se compraron medicamentos a mitad de precio. Además, repudió el comportamiento que tuvieron con las familias y la falta de empatía: “fue lamentable, inhumano y no nos tuvieron compasión”, juzgó.
Durante el encuentro, los familiares de las víctimas que también brindaron sus testimonios fueron Ivana Griselda Esteban, hija de Ángela Rosa Campos; Mercedes Soto López, esposa de Jorge Ramírez; Vanesa Vilches, hija de Héctor; María Noelia Zanni, hija de una víctima; y Rocío Correa, hija de Francisco Correa.
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