Las idas y vueltas pareciesen no tener fin. Después de que la comisión de Seguridad pidiera su presencia, el Ministro Marcelo Sain, confirmó su asistencia. Sin embargo, solicitó que la prensa estuviera en el recinto. Y allí estalló la polémica.
Para responder al reclamo del Frente Progresista, el funcionario aceptó dialogar y dar explicaciones sobre lo actuado en su área. Como condición, pidió que fuera en formato presencial, con asesores en la cartera y con la participación de los medios de comunicación.
La oposición consideró inaceptable aquel último punto y el encuentro no se realizó. Los diputados del partido insistieron en que Sain debía reunirse a puertas cerradas, como había ocurrido cuando su antecesor -el ahora diputado Maximiliano Pullaro-, cumplió con los mismos requisitos.
¿Extraño, no?
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