La Argentina vive un loop permanente. Retomamos viejas discusiones todos los días, algunas que vienen desde hace un siglo. La puja entre el gobierno nacional, ante la urgencia por la falta de dólares, y el campo tiene un nuevo capítulo por la exigencia de que los chacareros liquiden lo que queda de la cosecha. En Santa Fe cayó muy mal, y tanto el gobernador como la oposición salieron a cruzar con declaraciones al presidente Alberto Fernández y sus funcionarios. Los productores están en alerta y Batakis viaja a Estados Unidos a besar el anillo del FMI para destrabar fondos para nuestro país.
Esa falsa dicotomía entre el campo y el gobierno tiene, tal vez, su antecedente más cercano en el 2008 con la Ley 125 que fue rechazada con el famoso voto “no positivo” de Julio Cobos para desempatar en el Senado nacional. Pero hay otros hechos y declaraciones a lo largo de nuestra historia que ponen a la producción agropecuaria como la responsable de los desmanejos económicos y financieros de la gestión de turno.
Es cierto que hay muchos granos en silos tradicionales y en silos bolsa, pero no muchos más que los que habitualmente los productores dejan de reserva para poder capitalizarse en granos ante un mundo cambiante, en guerra, volátil e inflacionario en dólares. Se liquidaron divisas con récord histórico, gracias al precio de la soja a nivel internacional rompiendo techos de los mejores momentos y de la buena cosecha que tuvimos esta campaña. Pero eso no le alcanza a un país ávido de moneda norteamericana para hacer frente a un déficit enorme y a una deuda impagable.
El gobernador Omar Perotti salió al cruce de las declaraciones del presidente, que le pedía a los productores que liquiden los “más de 18 mil millones de dólares” que aún tienen reservados en granos, y afirmó que “están especulando”. Esta última premisa no le cayó nada bien al rafaelino y respondió que él no ve “que haya especulaciones entre los productores de Santa Fe”. Este cruce se da después de un acercamiento con el gobierno nacional por distintos temas, como el pago de la deuda histórica, las obras por venir después de un cónclave con el jefe de Gabinete Juan Manzur, y otras negociaciones abiertas.
La oposición también repudió los dichos del primer mandatario nacional. Maximiliano Pullaro dijo que Fernández “ataca a nuestros productores” y llamó a defenderlos como un imperativo “más allá de la pertenencia partidaria”. Algo así sucedió y es nuevamente hubo una muestra de que el gobierno provincial no tiene la mejor de las relaciones con la Casa Rosada, a pesar de los avances en algunos ejes de gestión.
En medio de este ida y vuelta que generó crispaciones, el dólar tiene una brecha cambiaria de 150 por ciento en nuestro país. Es inviable pensar en un dólar oficial a 136 pesos cuando los financieros van a la par del blue y están por encima de los 330 pesos. Las industrias tienen trabados insumos que están a la espera del visto bueno en la Aduana, y empieza a haber faltante de distintos productos importados en todos los rubros. La devaluación debería ser un hecho pronto, como cada vez que vemos semejante luz de distancia entre el dólar Banco Nación y el paralelo.
A esta compleja situación económica que tendrá en la reunión de Batakis con el Fondo alguna medida para anunciar en las próximas horas, se le sumó al gobierno nacional una marcha de movimientos sociales por un Salario Único Universal. Inclusive, marcharon sectores que pertenecen al Frente de Todos y lanzaron frases rimbombantes e irresponsables, como el caso de Juan Grabois que vaticinó en un medio de comunicación que habrá saqueos en poco tiempo. Hasta reapareció Aldo Rico y llamó al Ejército Argentino a organizarse ante la situación compleja que se vive. Discursos peligrosos en medio de una democracia endeble que da lugar a este tipo de manifestaciones repudiables.
Alberto Fernández hizo un intento de llamado a la oposición para realizar un acuerdo programático en medio de la crisis. Fue Patricia Bullrich una de las que respondió a la convocatoria, entre otros, pero alertó: “No sabemos con quién hablar porque no hay gobierno”.
El momento social, político y económico es muy complejo, la falta de liderazgos se siente con el paso de las jornadas de crisis y la salida es cada día más compleja. La sensación es que estamos ante un castillo de naipes que en cualquier momento se puede derrumbar, y que la vicepresidenta no hará demasiado para que no se caiga la carta que lo sostiene.
Todo por los 28
En la contienda electoral del año próximo se dirimen cinco categorías en las ciudades y cuatro en las comunas. Concejales, intendentes, diputados provinciales, senadores provinciales y gobernador son las que se votan en las localidades con más de 10 mil habitantes. La elección de la Cámara baja se transformó en una herramienta de contención política para los partidos y hay una puja de poder real para poder tener la mayor cantidad de escaños posibles.
El presupuesto que maneja la Legislatura provincial es obsceno. Es ridícula la cantidad de dinero que reciben diputados y senadores en materia de subsidio, asesores, gastos y salarios. Por ese motivo, es muy importante para los espacios políticos tener acceso a los 28 diputados que te da vencer en esa categoría. Los otros 22 del total de 50 se reparten por sistema D’ Hondt y los márgenes se reducen.
El socialismo aprendió después de aquella cara derrota contra el peronismo en 2011, cuando la elección la ganó María Eugenia Bielsa en diputados y Bonfatti tuvo que gobernar con ambas Cámaras en minoría. En 2015 fue el mismo ex gobernador el que encabezó la lista y en 2019 repitió esa lógica Miguel Lifschitz, con sendos triunfos.
Con la boleta única, la lógica cambió. Antes, el gobernador saliente encabezaba la lista para estar en la misma boleta tradicional y apuntalar al nuevo candidato con su nombre impreso al lado. Ahora, es el gobernador por nivel de conocimiento y territorialidad el que debe encabezar diputados para garantizar los 28 escaños en una elección independiente a la que hay que ponerle una cruz en un papel aparte al lado de la cara. Por eso, es casi un hecho que Perotti sea candidato en esta competencia.
En las últimas horas, trascendió que están buscando desde el PRO reavivar a la imagen de Miguel Del Sel para que se presente a diputado provincial. Para ganar, o bien, para conseguir la mayor cantidad de bancas posibles, ya que el macrismo puro hoy cuenta con tan solo una diputada: Ximena Sola. El ex embajador de Panamá ingresó a la política en 2011 y, a pesar de los pronósticos, sigue participando del espacio que lo vio nacer en esta actividad.
Es difícil que se le escape al gobernador en funciones esta contienda, debido a que los flashes se apuntan hacia las candidaturas locales y la del gobernador, y queda entre las sombras de una campaña política desgastante y de las urgencias cotidianas de los ciudadanos quien quiera hablar de las bondades y lo importante que es la Cámara de Diputados. Pero seguramente habrá una fuerte competencia en esta categoría tanto en las PASO como en las generales.
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