Un accidente de tránsito en 2014 en Villa Gobernador Gálvez, que terminó con la muerte de un joven de 20 años, mantuvo en vilo a la comunidad médica nacional. Sebastián, un traumatólogo de 49 años, recibió la condena a 3 años de prisión en suspenso y la mínima de inhabilitación para ejercer la medicina -5 años- de los jueces Rafael Coria, Florentino Malaponte y José Luis Suárez.
El hecho por el que el médico fue llevado al banquillo de los acusados fue un accidente de tránsito en el que Maximiliano Iñiguez, de 20 años, fue arrollado por un auto en la vecina localidad de Villa Gobernador Gálvez cuando iba a bordo de su moto, el 9 de febrero de 2014. Por el impacto, el joven sufrió una fractura expuesta de tibia y peroné y fue llevado a un dispensario -que no contaba con los recursos necesarios para los primeros auxilios-, luego al Hospital Provincial, para finalmente ser remitido al Sanatorio Los Alerces donde fue atendido por el ahora acusado, quien le realizó una operación para colocarle tutores de estabilización y otras acciones preventivas (fasciotomía).
Horas más tarde, el paciente tuvo una serie de complicaciones que lo llevaron a un cuadro crítico, evaluando realizar urgentemente la amputación de la pierna izquierda, situación que se produjo apenas fue estabilizado. Luego de dos meses de internación, el 16 de abril, el muchacho murió por una sepsis generalizada y una neumonía broncobilateral fruto de su extensa internación por complicaciones intrahospitalarias.
Siete años más tarde, el médico fue sometido a un juicio penal por mala praxis, ya que tanto la Fiscalía como la querella señalaron que debería haber procedido a la amputación de la pierna antes. Según la teoría de estos, que avalaron los jueces, el no haberlo hecho en ese momento derivó en una infección generalizada que causó complicaciones y restó chances de sobrevida. Por ese motivo, el funcionario judicial Walter Jurado solicitó una de pena de 3 años de prisión condicional y cinco de inhabilitación para ejercer la medicina, condena que los magistrados entendieron justa.
Por su parte, la querella solicitó cinco años de cárcel efectiva y diez de suspensión de la matrícula. Mientras tanto, la defensa encabezada por Germán Pugnaloni, Facundo Ruilopez y Lautaro Dentone, sostuvo la inocencia del acusado y que su actuación fue diligente de acuerdo a los protocolos médicos para tratar la herida. “Que en el momento en que le reprochan no haber amputado la pierna, no había parámetros médicos para hacerlo, y de haberlo hecho (antes como se le reprocha) hubiese incumplido su deber como médico”, explicaron.
Respecto al momento de la amputación, Germán Pugnaloni, parte de la defensa junto a Facundo Ruidíaz y Lautaro Dentone, señaló contrario a lo entendido por los jueces: “Sufrió una lesión muy grave, con riesgo de muerte. Una fractura donde los huesos rompen los tejidos, y quedan expuestos a contaminación de gérmenes y bacterias. Al cuerpo ingresó la aeromona hydrophila, una bacteria de las más virulentas”. En ese sentido, el letrado recordó que el accidente se produjo en zona de ruta y la víctima voló y cayó al pavimento. “Esa bacteria pudo haber ingresado en la calle en el momento del accidente, cuando el joven entró en contacto con suelo o agua servida. La aeromona hydrophila es de altísimo poder dañino para el organismo y en muy pocos días genera complicaciones serias y a una velocidad inusitada, llevando al cuerpo a un debilitamiento general con insuficiencia de sus órganos”, agregó.
“Entendemos a la familia en su dolor, pero el 13 de febrero no había parámetros para la amputación. Luego, el cuadro fue agravandose por la bacteria y en cuanto el médico tuvo parámetros para amputar, el día 14 de febrero, lo hizo. La intervención del traumatólogo fue para salvarle la pierna izquierda a Iñiguez”, afirmó Pugnaloni. Y continuó: “Apenas el médico advirtió la complicación del cuadro y la existencia de riesgo de vida, procedió a la amputación de la pierna para controlar la repentina gangrena”.
Así, este miércoles a las 13:30 horas los jueces Rafael Coria, Florentino Malaponte y José Luis Suárez definieron condenar al médico en un proceso que aún mantiene en vilo a la comunidad médica de la Argentina. En tanto, los fundamentos del fallo serán dados en unos días.
Desde la defensa del traumatólogo señalaron no estar conformes con el fallo y adelantaron que aguardan por fundamentos de la sentencia para evaluar la apelación de la sentencia. Según explicaron a RedBoing “se necesita conocer el motivo por el que los jueces rechazaron las nulidades planteadas por irregularidades en la investigación”.
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