Un hombre de 37 años hizo que el mundo se estremeciera después de que se introdujera 2 metros de cuerda por la uretra durante un intento fallido de gratificación sexual. La revista médica Radiology Case Reports publicó días atrás un estudio del caso en el que se detalla el fracaso de la maniobra sexual.
“Se diagnosticó al paciente un cuerpo extraño en la vejiga urinaria”, según el informe del incidente, que afectaba a un hombre indonesio soltero que nunca había tenido relaciones sexuales y vivía con su madre.
Según el estudio, todo comenzó después de que el hombre, cuya identidad no fue dada a conocer, se introdujera en la uretra un largo cordón de nylon, utilizado para hacer collares, mientras estaba “completamente erecto y viendo un vídeo pornográfico”. Al parecer, era la primera vez que el paciente intentaba algo semejante.
El hombre finalmente acudió a un hospital de Surabaya tras experimentar síntomas preocupantes, como dificultad para orinar, expulsión de sangre en la orina y un fuerte dolor abdominal que duró varios horas, según relataron los médicos que lo atendieron.
Tras conocer su situación, los médicos intentaron desalojar el cordón mediante la irrigación de la vejiga -utilizando un catéter para lavar la bolsa de orina con líquido estéril-, pero no lo consiguieron.
Decidieron entonces examinar de cerca la obstrucción introduciendo una cámara en la vejiga. El escáner mostró un “manojo negro de cuerda de nylon”, que pudieron extraer con fórceps tras administrarles anestesia local.
Tras la operación, el hombre permaneció en observación durante dos días en el hospital, donde se recuperó por completo.
Los médicos explicaron luego que el introducir objetos en la uretra puede dañar el tejido sensible del canal, así como provocar una pérdida de control de la vejiga e infecciones. En los casos más graves, los pacientes deben ser operados para reconstruir el tejido sensible.
Tras ser dado de alto el hombre fue derivado a un psiquiatra que le diagnosticó un trastorno obsesivo-compulsivo y parafilia, es decir, que se excita con algo que se considera inusual.
No está claro por qué alguien intentaría meterse algo en sus partes íntimas. Sin embargo, los expertos afirman que esta práctica tiene su origen en una enfermedad psiquiátrica, en un trauma por agresión sexual o incluso en intentos de, de forma un tanto paradójica, “aliviar la obstrucción urinaria”.
Los científicos también culpan al “sounding”, una tendencia sexual definida por la introducción de cuerpos extraños en la uretra. En un incidente similar ocurrido en agosto pasado, un hombre de Michigan se clavó seis chauchas en la uretra durante un extraño intento de autoplacer.
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