Luego de la Audiencia imputativa llevada a cabo este lunes en los Tribunales Provinciales de San Lorenzo, el juez de primera instancia Dr. Gazza dictó la prisión preventiva para los dos imputados por el triple crimen ocurrido en la localidad de Capitán Bermúdez el último fin de semana.
Hipótesis de hecho
Alexis Lobos, un metalúrgico de 25 años sin antecedentes policiales, terminó detenido en la madrugada del sábado en su propia casa en Capitán Bermúdez, junto a un amigo. En la vivienda, cuando llegó la policía, había tres muertos. Eran los cuerpos de Eber Ramos, Santiago Ochoa y Emiliano Saucedo, que habían sido asesinados a mazasos unas horas antes, allí mismo. ¿Qué había pasado? La principal hipótesis que se maneja hasta el momento es que el dueño de la propiedad y ahora principal sospechoso del triple crimen había pactado con una de las víctimas hacer una operación cambiaria. En teoría quien iba a comprarle seis mil dólares que quería vender por fuera del circuito legal llevó dos personas más al encuentro, que intentaron robarle. Y para evitarlo, los mató.
Lo dicho en el párrafo anterior, no obstante, es una primera hipótesis del caso que manejan fuentes de la PDI por los datos relevados en el lugar. Ahora, deberá verse el trabajo de investigación de la Fiscalía de San Lorenzo, a cargo de Lorenzo Luisina Paponi. Lo que sí se sabe es que Lobos no tenía antecedentes, ni vinculación conocida con el mundo del hampa. En cambio Ramos, una de las víctimas que murió en su casa, sí tenía prontuario: estaba prófugo de la justicia federal en una causa por narcotráfico.
¿De dónde se conocía Ramos con el presunto autor del triple crimen? Todavía no hay respuesta para el interrogante, que podrá salir seguramente de la pericia del teléfono de este hombre, que había logrado escapar de dos allanamientos que solicitó oportunamente la Policía Federal y era buscado por la justicia. Lo que sí se sabe es que el fútbol podría haber sido el vínculo suyo con las otras dos víctimas. Luego de conocida la noticia de las muertes, las redes sociales en el cordón industrial se inundaron de mensajes saludando especialmente a Ochoa y Saucedo, que al igual que Lobos no contaban con antecedentes policiales. La Liga Sanlorencina inclusive posteó en memoria de los tres hombres muertos y allí brindó algún dato sobre el recorrido que hicieron por clubes de la institución.
De acuerdo a lo que suponen los investigadores, alguien le acercó a Lobos el nombre de Ramos -puntero narco del cordón industrial- como posibilidad para vender los 6 mil dólares que tenía ahorrados. Y por eso habría pactado un encuentro en su casa para hacer la operación. Unas horas después del triple crimen, con datos que les brindaron los dos hombres detenidos, la policía allanó la casa del padre de Ramos. Allí estaba la camioneta y un teléfono de su hijo Eber y una mochila con cuatro millones de pesos.
A su vez, como dato que suma a la teoría del caso, habrá que seguir la trama a partir de dos alertas a la policía que le permitieron llegar al lugar de los hechos: por un lado, la denuncia que hizo la novia de uno de los dos cómplices de Ramos, porque su pareja no había vuelto a su casa después de varias horas; por el otro, un llamado del amigo de Lobos. En el primer caso, se confirmó al arribar a la vivienda de barrio Posta en Capitán Bermúdez, que la moto Honda Wave del joven estaba en la vivienda.
Respecto a la presencia en el lugar de ese quinto hombre, también detenido como sospechoso, se supone que podría haber sido convocado por Lobos después de producir las muertes y para ayudar avisó a la policía, estableciendo que su amigo había actuado en “legítima defensa”.
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