El juez Nicolás Foppiani determinó la prisión preventiva para Vanesa Barrios, la esposa del líder de Los Monos, “Guille” Cantero. Esto sucedió al final de la audiencia que había empezado ayer por una extorsión de la banda para quedarse con una propiedad de Matienzo y Mendoza, en la zona oeste de Rosario, como forma de cobrarse una deuda informal de 160 mil dólares con el que fuera propietario de ese local comercial, adonde funcionó una vinería y ahora existe un minimarket, que fue baleado en tres ocasiones. Además de Cantero y su esposa, entre los imputados estuvieron Mariana Ortigala y su marido, Rodolfo Felipe, y otros allegados a Barrios. La acusación corrió por cuenta de los fiscales Federico Rébola y Franco Carbone.
Más allá de la gravedad en sí misma del hecho que se llevó a audiencia -las balaceras a un local comercial para lograr que su dueño ceda el título de propiedad-, la novedad fue que Carbone y Rébola lograron demostrar que había un vínculo entre hechos violentos que fueron noticia en Rosario en los últimos años con un circuito que la tenía a la esposa de Cantero de un lado, a su marido del otro y a Mariana Ortigala como intermediaria. Esta última fue detenida en septiembre pasado en el marco de otra causa y antes había sido testigo clave en el juicio contra la banda de Esteban Alvarado, que rivaliza con Los Monos. Y de acuerdo a lo que se desprende de la resolución del juez, fue un eslabón clave para que se concreten las extorsiones que mandó a hacer Cantero.
El origen de estos hechos violentos contra la esquina de Matienzo y Mendoza, según explicaron los fiscales en su acusación por evidencia que surgió del teléfono que se le secuestró a Ortigala hace unos meses, había sido un pago que hicieron Los Monos al dueño de ese local: se trata de Matías Herrera, que a pesar de tener una condena por narcotráfico en la justicia federal rosarina, está en libertad. Lo que éste le ofrecía a Cantero era pagar 160 mil dólares para hacer un puente con contactos suyos en Buenos Aires y así lograr que le saquen la tobillera electrónica a Vanesa Barrios, que cumplía domicilaria en un departamento en pleno centro de Rosario.
Pero como esa gestión no tuvo éxito, el líder de Los Monos quiso recuperar el dinero y al no aparecer la plata empezaron las extorsiones, para que la deuda se pague con una propiedad y un vehículo. Esa es la hipótesis de Fiscalía, que acreditó el juez. “Está acreditada la maniobra. Está fuera de discusión el pago de 160 mil dólares para que Herrera gestione ante la Cámara de Casación que le saquen la pulsera a Vanesa Barrios. Aunque aería muy burdo que alguien que quiera cometer este tipo de delitos lo deje acreditado en WhatsApp. Para eso podían usarse las visitas de Ortigala a Barrios en su casa y de ella misma a Cantero en la cárcel. Y el resultado puede inferirse del desapoderamiento de las propiedades y del vehículo”, dijo Foppiani al aceptar las prisiones preventivas.
Antes, la pareja de Cantero había explicado que fue condenada hace ocho años en una causa federal por drogas, pero que desde ese momento había cumplido con normas de buena conducta. “Tengo dos hijos chicos, que llevo a la escuela y a sus actividades. Su papá ya está preso. Si me dejan presa a mí, no tienen con quién quedar”, explicó. El juez desestimó las razones y explicó que estando con prisión domicilaria acometió con nuevos delitos.
En medio de la audiencia, se había dado una situación muy particular: Cantero tenía un cuaderno en el que tomaba nota de lo que se iba diciendo en el Zoom. Y este viernes, antes de que comience la reunión tras un cuarto intermedio, exhibió una anotación que decía: “ESTO ES TODO CULPA DE MARIANA ORTIGALA”. Minutos después, el fiscal Carbone solicitó al juez que autorice al personal del Servicio Penitenciario en la cárcel federal de Marcos Paz donde está alojado el líder de Los Monos que se le requise ese material, alegando que podría interpretarse como una amenaza hacia una de las personas que se estaba imputando.
Comentarios