Armando “Pipi” Traferri, el senador provincial por San Lorenzo que se supone todopoderoso, vuelve a ir contra los fiscales que lo investigan. Mientras los funcionarios judiciales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra señalaron pruebas claras para vincularlo con el juego clandestino del sur de Santa Fe, el legislador evita dar respuestas y busca llevarlos al “barro”.
Apuntado por los fiscales detenidos Gustavo Ponce Asahad y Patricio Serjal, y el empresario del juego Leonardo Peiti, Traferri se aferra a sus fueros. Sin ir más lejos, se escondió en los mismos, y cuando el asunto quedó en manos de la Cámara alta, confió en sus comadres para no dar explicaciones.
Esta semana llevó a la Legislatura santafesina su denuncia penal contra los fiscales de Rosario Luis Schiappa Pietra y Matías Edery, quienes no archivaron la causa en su contra pese al rechazo al desafuero y a la negativa de la jueza Verón a citarlo a audiencia. Según Traferri, hubo abuso de autoridad y violación de deberes como funcionarios públicos.
Como si fuera un modus operandi, ya que no es la primera vez que es investigado, el legislador del cordón industrial, busca con su denuncia correr la discusión a lo político y olvidar lo legal. Mientras tanto, la investigación contra Leonardo Peiti lo acorrala.
En 2020, cuando Traferri decidió dar una conferencia de prensa con su abogado José Luis Vázquez -funcionario judicial durante la última dictadura cívico militar-, lejos estuvo de llevar tranquilidad a los santafesinos o a sus votantes. En vez de plantear el porqué las acusaciones serían falsas, solo atacó a los investigadores.
Una vez más, el hombre que se cree impune cierra la boca y empuja las denuncias a lo mediático.
Comentarios