Andrés “Pillín” Bracamonte fue ejecutado a metros del Gigante de Arroyito y minutos después del partido que los locales habían perdido contra San Lorenzo. El histórico jefe de la barra de Rosario Central venía como copiloto en una Chevrolet S10 blanca, cuando fue emboscado a tiros en la esquina de Avellaneda y Reconquista, mano hacia el sur. El conductor del vehículo, Daniel “Rana” Atardo, también resultó muerto en el mismo hecho. Ambos fueron llevados al Hospital Centenario, donde se informó el fallecimiento de los dos.
De acuerdo a lo que pudo reconstruir Red Boing, los hechos se produjeron a las nueve de la noche, apenas finalizado el partido entre Rosario Central y San Lorenzo. Cuando el público que volvía hacia el centro y sur de la ciudad se desplazaba lentamente por Avellaneda, una ráfaga de tiros sorprendió a todos. La esquina en la que se escucharon los disparos, además, estaba a oscuras ya que la luminaria pública de esa zona no había sido encendida.
Por Avellaneda, mano hacia el sur, venía la camioneta en la que iba el jefe de la barra de Central que recibió los tiros. De acuerdo a la información que Red Boing consiguió en el lugar, los sicarios actuaron desde la otra mano del Boulevard. Segundos después, Atardo abría la puerta de la S10 y caía al piso lleno de sangre. En la cabina, como copiloto y herido, se lo pudo ver a Bracamonte. En medio del tumulto, los tiradores escaparon. Y mientras varias personas intentaron reanimar a los heridos, para luego llevarlos al Hospital Centenario en medio de la desesperación porque no había ambulancias.
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