El pasado está abierto en el presente. Por sueños colectivos inconclusos y también por impunidades vigentes. La sexta semana del juicio a Esteban Lindor Alvarado trajo novedades sobre los últimos y convulsionados años en la ex ciudad obrera de Rosario.
Emilio Maximiliano Lencina, oficial de la Policía de Seguridad Aeronáutica, describió la investigación que llevó a cabo sobre la banda y hasta mostró filmaciones de avionetas que bajaban en un camino rural, dejaban bolsos cargados con marihuana y que luego eran llevados a bordo de impresionantes camionetas importadas. Pero fueron sus precisiones que nunca estuvieron atravesados por la exageración o la impostura, las que volvieron a demostrar que detrás del “Esteban” hay muchas fuerzas que todavía hoy tienen mucho poder en la provincia.
Sostuvo que Luis Medina y Alvarado tenían la protección de la división de Asuntos Judiciales de la policía rosarina, la misma que llevó adelante la causa contra Los Monos. Apuntan la protección política de Ana Viglione y Ferrato.
En esos párrafos empezaba a evidenciarse la obscena mirada cómplice para otro lado de parte de la justicia federal rosarina.
Cuando describió las visitas que Alvarado recibía en sus lugares de detención desfilaron nombres que iban desde el “Pillín” Bracamonte hasta el tirador contra la casa de Antonio Bonfatti el 11 de octubre de 2013, Emanuel “Pimpi” Sandoval, procesado por la entonces jueza provincial Alejandra Rodenas como autor intelectual y material de la balacera, contradiciendo un testimonio de identidad reservada que decía que los que ordenaron el tiroteo eran los jefes narcos rosarinos.
Al hablar del hermano de Alvarado, recordó un llamado telefónico donde recomendaba lo siguiente: “Preparale la isla que va a ir gente”.
Pero lo más llamativo fue la decisión del juez federal Marcelo Bailaque de negar por cuatro veces consecutivas la posibilidad de investigar a Alvarado.
Lencina contó que la denuncia contra Alvarado en los Tribunales Federales ingresó en abril de 2013 y que elaboró catorce informes sobre la operatoria de la banda narcopolicial, cada uno de los cuales fue destinado a la justicia federal rosarina.
Bailaque rechazó el pedido de investigación sobre Alvarado en diciembre de 2014.
Bailaque volvió a rechazar el pedido de investigación sobre Alvarado en febrero de 2015.
Bailaque rebotó por tercera vez en marzo de 2015.
Y Bailaque también se negó, por cuarta vez a investigar a Alvarado en octubre de 2015.
Recién lo aceptó en noviembre de 2015.
¿Por qué el juez federal Marcelo Bailaque rechazó cuatro veces el pedido de investigación fundamentado sobre Esteban Alvarado y su banda narcopolicial?.
Mucho tiempo perdido, mucha sangre derramada.
Es imprescindible que el juez federal Marcelo Bailaque le explique a toda la ciudadanía de la provincia de Santa Fe y especialmente a la rosarina por qué negó la investigación que tenía tanto fundamento y que, hipotéticamente, podría haber evitado decenas de asesinatos.
El juicio a Alvarado promete muchas indignaciones más por despertar.
Fuente: Datos tomados en la audiencia del martes 29 de marzo de 2022 por el autor de estas líneas presente en la misma.
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