Sergio Lapegüe es una de las figuras más queridas por el público. Con el humor que tanto lo caracteriza y su extensa trayectoria, el conductor de TN supo llegar al corazón de los televidentes y convertirse en un referente del periodismo.
Después de finalizar las 6 horas diarias de aire en el noticiero, el comunicador conversó con “Boing y sus Secuaces” sobre la profesión, el oficio y la creatividad. “Somos muchos los que hacemos lo mismo, por eso hay que ser perseverante y original. Ese es el desafío”, comenzó “Lape”.
“Ser honesto con tu pensamiento, siempre estar del lado de la gente y sacar una sonrisa. También, hacer algo solidario que te llene el alma y el corazón. Esos son los tres pilares más importantes del oficio”, expresó en diálogo con Nacho Moyano, Ale Arribillaga y Giuli Nardone.
En la misma línea, indicó que la creatividad “es lo que despierta la admiración” y el “poder”. “Todos somos creativos de chiquitos, por eso hay que sacarla a flote. Uno puede ser un poquito más y otro menos, pero la creatividad es poder”, señaló.
Al ser consultado por su apodo “Elvis”, el periodista explicó que “por diversión” suele vestirse como el icónico cantante y pasearse por diferentes lugares: “He ido a la radio con anteojos y peluca. Cuando estoy disfrazado de él, soy él”.
Respecto a “Prende y Apaga”, el ciclo que lo llevó a ganar popularidad, indicó: “Siempre quise tener mi programa de tele y nunca pude. Aproveche el espacio del noticiero y use mi creatividad cuando los jefes dormían”. Y agregó: “Era el momento más lindo porque todos nos quedábamos ahí”.
“Mi último libro es un grito desesperado, un pedido de ayuda. Ahí cuento historias mías, historias que nos pueden afectar a todos con el multitasking. Quiero contarle a la gente que está bueno tomarse tiempo para mirar al otro”, comentó sobre “Parar: Tocar fondo, resetear y volver a empezar”.
Para finalizar, Sergio fue sometido al ping pong creado por Fede Ludmer y no dudó en elegir a Carlos Tevez por sobre Juan Román Riquelme, a Queen como su banda favorita y a la media luz antes que todo prendido.
“Entre la tele y la radio no puedo elegir. Al aire me siento muy cómodo, no vas a encontrar a alguien tan divertido como yo. Enfrente de un micrófono pienso en alto, puedo parar y hablar más pausado”, concluyó.
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