El “caso cero” llegó procedente de Perú. Su primera escala había sido el aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires, sitio al que había llegado con un test negativo que se había realizado antes del vuelo, el pasado 19 de julio. Desde allí, había viajado en auto a Córdoba, junto a un acompañante.
El 21 de julio, se había realizado el control de seguimiento telefónico y se había programado el testeo de alta que correspondía al séptimo día, que se concretó el 26 de julio. Allí, el resultado fue positivo de la variante Delta.
A partir de allí se inició una investigación epidemiológica que sirvió para identificar que había tenido contacto con familiares con los que no convivía durante el período de aislamiento. Por ese motivo, desde el Ministerio de Salud realizaron una denuncia penal para el inicio de las acciones legales correspondientes, y para determinar la responsabilidad y posible violación de la cuarentena por parte del viajero.
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