“Llegué a la conclusión de que soy un guionista y hombre de radio, no me siento periodista”. Así comenzó Sebastián Wainraich su diálogo con “Boing y sus Secuaces”, donde se refirió al éxito de “Casi Feliz”, la rutina de un periodista y sus momentos de creatividad.
“Todo lo imagino puesto en un texto o un momento radial. La radio envuelve todo y la conducción tiene mucho periodismo”, siguió el presentador. Y agregó: “Me gusta todo lo que hago en el día a día”.
En la misma línea explicó que “le encanta” la adrenalina de la profesión, pero que no descarta tener “más vacaciones”. “Si llego despierto a la madrugada sigo escribiendo u haciendo cosas. Me cuesta escapar del celular hasta que aparece”, siguió.
“Tengo una antena encendida todo el día, hay cosas que no me propongo y defino a la noche. Por ejemplo, con las series me pasa que hay una parte romántica en la que se me ocurren cosas y las anoto. Lo fundamental es sentarse a escribir”, comentó al ser consultado por Nacho Moyano, Ale Arribillaga y Giuli Nardone.
Por otra parte, se refirió a la miniserie que protagonizó en Netflix: “La terminé de grabar hace dos semanas. No es autorreferencial, pero siempre hay algo biográfico. El Sebastián de la serie tiene muchos más quilombos que yo”.
Respecto a cómo lleva la relación con su esposa, la comediante Dalia Gutman, expresó que “cada uno tiene lo suyo por su lado”. “Nos contamos y consultamos sobre todo los contratos o decisiones importantes. Si voy a verla al teatro y no me gusta se lo digo, ella también es crítica conmigo, pero no nos metemos en la creación del otro”, detalló.
“Las relaciones humanas son un mundo. Me obsesiona el vínculo entre el delivery y el cliente, me encanta saber cómo viven las personas”, sostuvo el conductor de Urbana Play FM. Y continuó: “La familia está cambiando como institución y me parece que está buenísimo”.
Sobre el judaísmo, religión que practica desde chico, planteó que es parte de su identidad y que “todo el tiempo” se interroga. “Es una pata más de todo lo que tengo”, enunció.
Para finalizar, se sometió al ping pong creado por Fede Ludmer y no dudó en elegir a “Sebastián conductor” porque puede “escribir y actuar”. “Prefiero ver a Messi campeón en el Atlanta y me quedo con Adrián Suar antes que a Tinelli”, remarcó.
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