Todo transcurría habitualmente en la zona norte de Rosario con un día soleado y caluroso, hasta que “empezó a llover” en la esquina de Nansen y J. C. Paz.
Esto ocurrió tras la ruptura de un caño de agua y, por la fuerte presión salió expulsada con fuerza hacia arriba, dando la sensación de una falsa lluvia en esa esquina. Tras unos minutos, la calle comenzó a llenarse de liquido.
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