La interna del gobierno nacional se sigue profundizando. Cristina continúa con su agenda legislativa y judicial, mientras Alberto fortalece las relaciones de poder que lo sostienen al mando del Frente de Todos.
Continúan los roces entre los dos dirigentes más importantes del país en medio de la crisis económica y social que vive el país. Cristina está decidida a avanzar en la agenda legislativa, dividiendo bloques en todo el país y avanzando sobre los temas judiciales como el Consejo de la Magistratura y la reforma general.
El presidente, mientras tanto, mantiene reuniones con los sindicatos nucleados en la CGT y también cerró el precongreso del Movimiento Evita de la provincia de Buenos Aires, que se realizó en la Universidad Nacional de San Martín. En ese marco, declaró: “Ahora estamos dándole herramientas a la economía popular para que pueda demostrar todo su potencial”. Ademaás, amplió: “Los que más ganan sean los que más aporten y quienes menos tienen reciban lo que merecen”.
Por su parte, Cristina habilitó el tratamiento en el Senado para la ampliación de la Corte Suprema de Justicia, en medio del escándalo por la división del bloque y las denuncias de la oposición de que es una estrategia para obtener un lugar más en el Consejo de la Magistratura. Se espera que este miércoles sesione la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado de la Nación y trate este proyecto para sumar integrantes al máximo tribunal.
El otro proyecto que moviliza la ex presidenta es el del impuesto a la renta inesperada, lo cual generó un ruido interno, diferencias entre los dirigentes nacionales y una manifestación a la Plaza de Mayo. Desde Israel, el ministro de Agroindustria declaró que “no conoce en detalle” el texto que se trabaja en el Congreso, esquivando opinar al respecto.
No hay agenda en común entre los dos primeros mandatarios nacionales y no se conoce en qué condiciones podrían volver a encontrarse. La tensión crece y la distancia entre ambos también. Alberto construye poder con los gremios y los movimientos sociales, Cristina desde las legislaturas, la rosca judicial y las bases de La Cámpora. Todos miran el 2023, en medio de la turbulencia.
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