La policía de la Ciudad Lorena Miño, acusada de encubrimiento en el marco de la causa por el crimen de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado de un balazo en la cabeza en el barrio porteño de Barracas, se entregó esta tarde en los tribunales porteños acompañada por su abogado y quedó a disposición judicial.
Miño se encontraba prófuga desde el sábado último, cuando fueron detenidos otros cinco policías que, al igual que ella, están acusados de haber adulterado la escena del hecho y “plantado” un arma de plástico para hacer pasar la persecución que terminó con el adolescente muerto como un hecho de inseguridad.
Justamente, este lunes el juez de instrucción que entiende en el expediente que investiga la muerte de Lucas, Martín del Viso, había rechazado el pedido de eximición de prisión presentado por el abogado de la oficial Miño. Este domingo, cuando se conoció el video de la prófuga -donde alegaba que ella no tenía nada que ver con el encubrimiento del que la acusan-, Castillo había advertido que aguardaban la decisión del magistrado sobre la presentación para eludir la cárcel antes de decidir que se entregara a la Justicia.
El último sábado, el propio juez Del Viso, hizo lugar al pedido formulado por Gómez Barbella, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 32; y ordenó el arresto de los seis policías acusados de encubrir a los tres detenidos e imputados por el homicidio.
Así, arrestaron al comisario Juan Romero, el subcomisario a cargo de la División Sumarios y Brigadas de la Comisaría Comunal 4, Roberto Inca, el comisario Fabián Du Santos, el principal Héctor Cuevas y la oficial Micaela Fariña. A Miño no la encontraron.
En tanto, este lunes, desde las 9, los otros cinco acusados de encubrimiento comenzaron a ser indagados en los Tribunales porteños. Mientras que los tres policías presos, imputados por el delito de homicidio calificado de Lucas González, son el inspector Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial José Nieva.
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