Cintia Batres, la mujer que el martes había amenazado con poner una bomba en varios bancos de Rosario, enfrentó este jueves una audiencia imputativa. Tras determinar que mintió en sus declaraciones, el Juez de Primera Instancia Dr. Pablo Pinto hizo lugar al pedido del fiscal Franco Carbone y dictó prisión preventiva efectiva para la acusada, por el termino de 60 días. Los delitos que se le imputan son falsa denuncia e intimidación pública, ambos en en concurso ideal.
El fiscal Carbone, de la Unidad de Flagrancia, le atribuyó haber realizado desde su teléfono particular una llamada al 911, denunciando falsamente la existencia de cuatro artefactos explosivos en el Banco Santa Fe de San Martín y Santa Fe, otra en el Banco Municipal de San Martín al 5300, otra en el Banco Galicia de Sarmiento al 700, y la última en el Banco Municipal de San Martín al 700.
Según los datos que entregaron las empresas telefónicas a la justicia, la mujer cuando realizaba cada amenaza iba dando una ubicación en la que estaba, que no coincidió luego con los impactos de antena. En el testimonio al 911, afirmó que estaba en la zona de la obra social de la Asociación de Empleados de Comercio (Tucumán y Corrientes) y que estaba siendo obligada por una pareja a hacer las llamadas.
Sin embargo luego al mediodía del martes, cuando fue detenida en su domicilio en zona sur, declaró otra cosa: que la habían interceptado cerca de su casa, en Cepeda y Guiraldes, una mujer y un hombre. Que diciéndole que les acababan de robar la moto y que necesitaban su teléfono para hacer una llamada. Dijo que la mujer era de unos 50 años de edad y vestía campera roja, con barbijo, gorro de lana de color oscuro. Y que estaba con un hombre con campera oscura y gorro de lana , , a escasos metros de su domicilio, pidiéndole prestado al teléfono para llamar y hacer una denuncia, dado que le habrían robado su motocicleta unos minutos antes cercanía del lugar.
La desgrabación de una de las llamadas
A: 911 emergencias.
B: Hola buenos días, llamo porque quiero hacer una denuncia.
A: Sí, de qué localidad me habla señora?
B: Rosario.
A: Digame la dirección.
B: Hay una bomba en la calle Santa Fe y Sarmiento. En el Banco Santa Fe de la calle Santa Fe y San Martin. Y
en el Banco Municipal de la calle San Martin y Santa fe. También en el Banco.
A: Señora, me escucha? Me esta escuchando?
B: Sí, por favor.
A: Ud. Como sabe de esto?
B: Porque me están diciendo (no se entiende) para que lo diga por favor.
A: Ud. Me dijo banco, a ver, quien le esta diciendo que llame para hacer esta denuncia?
B: No se, no lo conozco.
A: ¿Quién le esta diciendo esto señora? Una persona?
B: Sí, una persona. Una persona en la calle de casualidad.
A: ¿Masculino, femenino?
B: Sí, un masculino. (no se entiende) me esta amenazando, necesito que me tome la denuncia.
A: Ud. ¿en que dirección está, señora?
B: En el Banco Santa Fe en la calle San Martin y Santa Fe, en el Banco Municipal en la calle San Martin y
Santa Fe, en el Banco Galicia de calle Sarmiento y Santa Fe, en el Banco eh.. Municipal de la calle San
Martin y Arijon,
A: ¿En que dirección está usted, señora?
B: No puedo decirle, me están amenazando. Por favor, tómeme la denuncia. Por favor, yo estoy en el centro.
A: ¿Como está vestido ese masculino?
B: No, porque está al lado mío, por favor necesito que me tome la denuncia, me obligan a cortar, gracias.
Los hechos tuvieron el fin “de infundir temor en la sociedad y generar intimidación pública en distintas zonas de Rosario, quebrantando de este modo la tranquilidad de la población en general”, planteó el fiscal. Además, señaló en la imputación que la acusada “provocó un dispendio de recursos estatales y la movilización de distintas agencias del Estado, quienes se avocaron exclusivamente a aplicar los protocolos de evacuación de los lugares afectados, y a cerciorarse la existencia de un dispositivo de explosión en los establecimientos”.
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