El impacto de la llegada de Sergio Massa al gobierno nacional se ha sentido en la provincia. La recepción de Omar Perotti en redes sociales, los productores expectantes y con una mirada alentadora a las medidas que se pueden anunciar entre lunes y martes, y algunos dirigentes empoderados a partir del ascenso del dirigente de Tigre. La oposición local se mantiene cautelosa y habla de una crisis de representatividad y de conducción profunda, aunque sabe que si endereza el barco los números macro lo pueden acompañar. El Frente de Todos, en reconstrucción.
El gobernador estuvo presente en la famosa reunión de jefes de Estados provinciales con Alberto Fernández, en donde, según indican todos, se terminó de definir la llegada de Massa al ejecutivo nacional. Las críticas esbozadas por el presidente a los sectores agropecuarios por no liquidar parte de la cosecha había caído mal en el seno productivo local, y Perotti salió al cruce defendiendo a los chacareros.
Es fundamental que en estos momentos complejos todos sumemos para superar esta situación. @SergioMassa fortalecería la gestión, sumando la experiencia y la capacidad.
— Omar Perotti (@omarperotti) July 28, 2022
Llamó la atención a propios y extraños que el gobernador se anticipe a la asunción de Massa en la red social del pajarito, pero tiene que ver con las políticas que van a estar centradas en actividades que repercuten de lleno en la vida de nuestra provincia. El plan Massa es recuperar dólares, elevar el precio de exportación de la soja, balancear la política energética y devaluar el dólar oficial para poder sincerar un valor que hoy quedó por el suelo. Y todo eso puede tener respuesta en los agro dólares locales con la exportación de soja, la producción de biodiesel –el 80% de la capacidad nacional está en este territorio- y el sector ganadero que viene al alza.
Comenzó una ronda de nombres que pueden llegar a ser quienes ocupen los cargos vacantes debajo del súper ministro, y ahí también pone el ojo Perotti. Ignacio de Mendiguren suena para la Secretaría de Producción, es un dirigente que tiene vínculos directos con la industria y Santa Fe no es la excepción. Para el área de Agricultura Massa tiene a un hombre de su confianza que participó en la intervención de Vicentín y puede llegar a poner la firma: Gabriel Delgado. Si no es él, también se barajó la figura de Jorge Solmi, que viene de la militancia gremial del campo en Federación Agraria y ya es funcionario de la cartera. Tampoco se descarta que continúe el actual secretario Matías Lestani, que llegó al Ministerio de la mano de Julián Domínguez, y que viene también de los sectores políticos del agro.
Otro tema que impacta en nuestro territorio, y no es menor, es que pronto se estarán realizando los pliegos para la Hidrovía. El encargado de Aduanas es del núcleo de Massa, Guillermo Michel, y se entiende que el ministro de Economía, Producción y Agricultura va a estar cerca de este tema. Se entiende, en ese sentido, el porqué del apoyo del gobernador: se vienen discusiones estratégicas y necesita aliados fuertes en el gobierno nacional para resolverlos con una mirada local a la hora de las decisiones.
Los dirigentes locales del Frente Renovador se ven empoderados por este nuevo ciclo con gusto a inicio de un nuevo gobierno. Oscar Martínez, diputado provincial, Diego Giuliano, secretario de Transporte nacional, Vanesa Massetani, diputada nacional, y Alejandro Grandinetti, secretario de Turismo de Santa Fe, son los cuatro nombres que mantienen un diálogo fluido y un vínculo estrecho con el de Tigre. En su momento no consiguieron espacios preponderantes en el gobierno de Perotti, pero eran otros tiempos políticos.
De hecho, en 2021 hubo un acuerdo electoral entre Massa y Perotti, que desembocó en la candidatura a concejal de Rosario de Lisandro Cavatorta, primo hermano de Giuliano, quien acercó ese nombre y fue aceptado por el gobernador. Sin embargo, en las listas nacionales Massa puso al Cachi Martínez como tercero en la lista del rossismo y del Movimiento Evita, y estuvo cerca de mojar también con un tercero en la que encabezaba Mirabella –Martín Gainza era el nombre, funcionario de Trenes Argentinos de Cargas-, aunque se cayó a último momento.
Por lo bajo, se dice que el acuerdo de Cavatorta fue aceptado por Perotti a cambio de un apoyo en el cierre nacional en 2023 para el propio actual gobernador. Nunca quedó claro por qué existió esa alianza estratégica en Rosario, pero por las apreciaciones públicas de las últimas horas se entiende que el vínculo entre ellos está aceitado.
Massa nunca pudo construir poder real en la provincia. Ha tenido unipersonales con Oscar “Cachi” Martínez y algunos vínculos en el interior de la provincia, y en Diego Giuliano en Rosario. Su armado avanzó con la figura de Grandinetti, que tiene buena imagen y nivel de intención de votos en Rosario también, y hasta acá Massetani ha pasado sin grandes luces por el Congreso de la Nación. Entiende que potenciar su desarrollo en una de las provincias claves de cara a las elecciones de 2023 será fundamental para su posicionamiento nacional. Se descarta que, si puede revertir la crisis, sea uno de los candidatos a presidente del Frente de Todos.
El peronismo se reacomoda y todas las atenciones están puestas en lo que pasa en el gobierno. Se habla de dirigentes como de cambios de figuritas de aquellos álbumes de los 80 y los 90, y queda poco claro cuál será el rumbo político hasta diciembre de 2023, con un presidente desdibujado y un silencio sepulcral de Cristina Fernández de Kirchner. A Santa Fe, en este contexto, le puede servir la llegada de Massa al poder si oye las voces locales. La moneda ya está en el aire.
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