“Sabemos muy bien que ese tipo de jugadores, siendo el mejor del mundo, es muy difícil de controlar. Pero bueno, será cuestión de minimizar las capacidades individuales del rival desde nuestro juego. Intentar tener la posibilidad de que él esté muy lejos del arco nuestro en muchos tiempos del partido, porque estando cerca sabemos la particularidad que tiene”, consideró.
Para finalizar, se refirió a sus ex dirigidos, dejando en claro que no hubo un acercamiento entre ellos: “Particularmente hoy lo que me preocupa es preparar en el poco tiempo que tengo a mi equipo. Saber que hay que hacer un partido extremadamente competitivo y de mucha apreciación táctica relacionada al poco tiempo que tenemos después del partido de Lazio. No hay tiempo para recuerdos, sólo hay tiempo para presentes”.
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