Novak Djokovic, número del mundo del ranking ATP, fue una de las primeras personalidades que se opuso a las vacunas contra el coronavirus. “No estoy a favor de que inocularse sea obligatorio”, declaró en repetidas ocasiones el serbio. A fines del 2021, autoridades del Estado de Victoria, donde pertenece Melbourne, la ciudad en la que se disputa el primer Grand Slam del año, anunciaban que la vacunación para ingresar iba a ser obligatoria.”Nole” pediría una exención a las autoridades del torneo que sería aceptada posteriormente, pero finalmente le impedirían el ingreso en el aeropuerto “Tullamarine” de Melbourne. El líder del escalafón mundial, a través de sus abogados presentó un ámparo para poder disputar el abierto de Australia, y se le permitió alojarse en un hotel hasta el lunes.
El ex jugador de tenis y periodista especializado en la materia, Guillermo Salatino, habló en “Antes de Todo” de Radio Boing y brindó su opinión sobre lo que está sucediendo en el continente oceánico: “Es un lío bárbaro, porque es el número 1 del mundo. Todo parte de la autorización que le dio el presidente del Abierto de Australia, que provocó que todos los jugadores pusieran el grito en el cielo. No lo harían con el 70 del mundo, lo hacen con Djokovic que es el número 1 del mundo y ganó 9 veces el torneo, pide una exención y se la dan”, expresó.
Salatino se refirió a cómo se manejan las autoridades de la ATP y de los distintos torneos con los jugadores de elite: “Lamentablemente no somos todos iguales ante la ley, no digo que esté bien, pero estas excepciones existen. No es de ahora, es de siempre. Jugadores que pedían jugar de noche o de día, me remito a Vilas, Nadal, Federer, etcétera. Se podría hacer un torneo sin el 70 del mundo, pero no sin el 1 o el 2, porque no habría televisión, no habría sponsors, ni público”, indicó.
El periodista continuó con su reflexión: “Esta es una cuestión de intereses en un deporte profesional. Acá si no fuera Djokovic, no hubiese llamado la atención. Los números dicen que es el más grande de todos los tiempos. Australia es un país muy serio, para vivir, todos respetan todo, las leyes están para ser cumplidas y es lo que está pasando. A ellos no les importa si es Djokovic o mi tía. Ahora lo dejaron quedarse en un hotel hasta el lunes, porque apeló y sus abogados están tramitando la exención que le dio el torneo”. Y agregó: “El torneo quiere al número 1 del mundo y las autoridades australianas no quieren sentar un precedente. Lo querían deportar, el solicitó aguardar hasta el lunes y así ocurrió. Habrá que seguir esperando como termina la novela”.
El ex tenista mostró preocupación por cómo repercute esto en el circuito ATP: “Es triste que de un torneo salga a la luz esto. Creo que tiene mucho que ver con la forma de ser de Djokovic, como es controvertido. Si fueran Federer o Nadal no pasaría. Pero el es controvertido y su padre, que se mete. también lo es. Provocan una polémica que le hace mal al deporte. No estoy de acuerdo con Djokovic, con su egoísmo, aunque el tiene derecho a no vacunarse, pero debería vivir encerrado”. Y recordó: “En una época pasó algo similar con Serena Williams, que no quería que le saquen sangre por una cuestión religiosa. Pero le dijeron: ‘está bien, no se saque sangre pero no participe de los Juegos Olímpicos´ y no participó”.
El conductor de “Antes de Todo”, Sebastián Soso, consultó al entrevistado sobre el recambio generacional que está sufriendo ocurriendo en el “deporte blanco”: “Hay un cambio, aunque Djokovic todavía tiene para un par de años más. Federer empieza a sentir la edad. Con Nadal no podemos hacer pronósticos porque hace cinco años pensábamos estaba terminado. A Murray le cuesta mucho trabajo, por sus operaciones. Del Potro puede volver, pero ya tiene 33 años. Evidentemente hay un recambio generacional, pero Djokovic seguirá molestando, aunque el almanaque no perdona y hay un cambio”.
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