Rusia volvió a bombardear Kiev y otras localidades aledañas en uno de los momentos más críticos de la guerra luego del hundimiento de Moskva, el buque insignia en el Mar Negro. Las tropas del Kremlin desplegaron sus tropas en el este y sur de Ucrania para preparar su gran ofensiva en el Donbás, y lanzó una advertencia a Kiev al bombardear una instalación militar cerca de la capital.
El Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania manifestó que Rusia aumenta la agrupación aérea y está estableciendo sistemas de mando y control en la zona operativa.
Por otra parte, desde Moscú señalan que el número y el alcance de los ataques con misiles contra objetivos en Kiev aumentarán en respuesta de cualquier acto terrorista o de sabotaje por parte de Ucrania en suelo ruso.
El presidente ucraniano Volodimir Zelensky manifestó que la guerra podría ser mucho más corta si los países occidentales le entregaran las armas que pide y consideró que “el mundo entero” debería estar “preocupado” por el riesgo de que Vladimir Putin utilice un arma nuclear táctica.
El crucero portamisiles ruso, sufrió daños durante la noche de miércoles y se hundió cuando estaba siendo remolcado en medio de una tormenta. “El crucero Moskvá estaba siendo remolcado a su puerto de destino debido a los daños que le había causado en el casco un incendio provocado por la detonación de municiones, cuando perdió estabilidad. El buque se hundió en medio de un mar tempestuoso”, informó el Ministerio de Defensa de Rusia.
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