El festival de música Rock en Baradero tuvo, otra vez, una convocatoria récord que agotó la octava edición del evento que celebra y reivindica los clásicos del rock y selecciona a las bandas que representan los sonidos que vendrán.
VIERNES 7
Las actividades comenzaron pasadas las 15 horas con talentos emergentes que dieron inicio a la jornada. Se destacó la presencia femenina y las voces locales. Pasaron por los distintos escenarios Simpático Cabrón, Mía Zeta, Ojos, Divina Argentina y Vale Acevedo. El día continuó con una interesante fusión de artistas de diversos recorridos y propuestas sonoras. El folklore vanguardista de Los Tabaleros, el rock combativo de La Chancha Muda y el eclecticismo de La Valenti, que combina soul, R&B, pop y hip-hop.
El atardecer llegó con el cierre de la presentación de Muerdo, el artista español que ya había pisado suelo baradeense en el año 2020, y el comienzo del enérgico show de los platenses Cruzando el Charco. El ambiente se tornó más popero/funkero con Emmanuel Horvilleur y luego llegó la fiesta de Kapanga, banda que tiene asistencia perfecta en el festival y sumó crossover con Los Tabaleros en el Escenario Quilmes del festival. Así, los dos escenarios más grande del evento transitaron distintos climas, con grupos de gran trayectoria como El Plan de la Mariposa o El Kuelgue, mientras que el Escenario del Barranco se siguió nutriendo de nuevas voces super potentes: María Codino, Eve Calletti, BB Asul, Aye Lobato.
Conociendo Rusia fue uno de los grandes embajadores de la nueva camada del rock argentino, mientras que No Te Va Gustar fue el primer grupo de la octava edición de Rock en Baradero en unir las dos orillas y representar todo el agite del rock rioplatense, pasada la medianoche. Lo que siguió fue la dosis justa de pop/rock e indie rock para bajar algunos cambios: todavía quedaba toda una jornada por delante. El mega cierre del primer día, Coti y una catarata de hits coronado por la canción desgarradora de Él Mató a un Policía Motorizado bajo una dorada luna que bañaba la noche.
SÁBADO 8
Pasado el mediodía la banda local Mono Loco abrió el Escenario Este y continuó con diversas voces de la escena emergente: Antonia Navarro, Delirio, Uma y Manu Martínez. Luego Coverheads, la banda liderada por Germán Tripel y Carucha Podestá aportó la fuerza de su potente rock al Escenario Oeste y dio paso a Jóvenes Pordioseros, una de las emblemáticas bandas nacidas en los tempranos noventa. Otras agrupaciones fundadas por aquellos años que tiraron melodías entre banderas Cielo Razzo y Pier, que tuvo a Juanse como invitado de lujo.
También hubo lugar para el pop y el indie, y así se demostró con las actuaciones de Paula Trama, Cata Raybaud y, más tarde, de Carmen Sánchez Viamonte. La poderosa pisada de Eruca Sativa, otro nombre más que recurrente en las distintas ediciones del festival, en el escenario auspiciado por la marca Branca inicióa una noche que se proyectaba bien rockera, y dio pie para una nueva ceremonia de Juanse en Rock en Baradero.
Nonpalidece brilló por su asistencia casi perfecta en el festival e hizo bailar a un auditorio colmado. Las vibras soul/jazzeras de An Espil sirvieron para volver al eje y recuperarse después del pogo, reconectar y tomar fuerzas para el último tramo de la noche, que llegó con una tromba de clásicos del rock: La Vela Puerca, Estelares y Las Pelotas.
Mientras tanto en el cierre del escenario del Barranco, Terapia metió un show súper caliente, haciendo enloquecer a su público que no para de crecer. Un épico y emotivo momento se vivió en el show de Catupecu Machu, en el que el cantante de la banda, Fernando Ruiz Diaz, invitó a Eruca Sativa a compartir escenario, dedicando el tema “Dale” a su hermano Gabriel. La jornada terminó con el esperadísimo cierre a cargo de Rata Blanca.
Experiencia Baradero
Flashes de luces multicolores. Selfies, fotos grupales, rondas de amigos sentados en el pasto, performances de muralistas, colectivos de paste up, circo, acrobacia, makeup, instalaciones de arte colaborativo. Una diversidad de artistas que integra a talentos de la ciudad con colegas que vienen a ofrecernos sus obras desde distintos puntos del país. El callejón de arte y corredor gastronómico coronado por el escenario de las figuras emergentes, que cuenta con una instalación colgante realizada por una artista plástica local no pasaron desapercibidos. La sorpresa fue total.
Rock en Baradero cumplió con su promesa: 4 escenarios y mas de 60 artistas que fuero disfrutados en continuidad, doce horas ininterrumpidas de una propuesta de primer nivel en cada una de sus jornadas.
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