
En el marco de la novena audiencia del juicio oral y público que investiga la muerte de Diego Maradona, su expareja Verónica Ojeda declaró este martes ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro, le apuntó al equipo médico y a la familia de Matías Morla por tenerlo “secuestrado” y confesó que cuando lo fue a visitar el 23 de noviembre de 2020, dos día antes de su fallecimiento, encontró al exjugador “desfigurado”.
“Diego siempre me pedía ayuda y yo no sabía cómo hacer. Yo sabía que lo tenían secuestrado. Él tenía como temor a todo. Cuando yo me iba me decía ‘llevame’. Tenía temor a quedarse solo“, indicó la madre de Dieguito Fernando, en referencia a una parte del entorno del astro futbolístico, dentro del cual incluyó a la hermana de Morla, Vanesa, y su cuñado, Maximiliano Pomargo.
A su vez, manifestó que pretendían verlo “mal a Diego” y “no querían que estuviera consciente y apto para disfrutar”. Además, resaltó que “todos”, en especial el médico Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov insistieron en que lo más “conveniente” era la internación domiciliaria. “Nos dijeron que iba a haber enfermeros y que iba a ser como si fuera que estaba internado en el hospital. Todo lo que iba a haber en un hospital, lo mismo iba a estar en la casa”, enfatizó.
Por otro lado, relató su encuentro con el exentrenador del 23 de noviembre de 2020, la última vez que lo vio con vida, apenas dos días antes de su muerte. “Llegué y estaba solo con (el custodio Julio) Coria y una enfermera que estaba en el living leyendo una revista. Ahí entré a verlo y lo vi desfigurado“, sentenció, entre lágrimas.
“Todas las manos hinchadas, la panza hinchada. Le decía ‘¿Diego, qué te pasó?’ Le decía a Coria que se fuera y me decía ‘No puedo, tengo órdenes de quedarme’. Y lo que más me llamó la atención es que Coria lo tenía agarrado de la mano todo el tiempo. A mí no me parecía algo normal”, agregó.
Asimismo, criticó a Luque por haber “tomado alcohol” con el extécnico e indicó que ninguno de los médicos que lo atendieron estuvo a la altura de Alfredo Cahe, su histórico profesional de cabecera.
“Un día Luque se emborrachó con Diego, me enteré porque entre Maxi, la seguridad y Monona se hablaban y contaron eso”, señaló Ojeda, quien continuará con su testimonio el próximo jueves.
Más temprano, en el primer turno, declaró el especialista en medicina crítica y terapia intensiva Mario Schiter, quien en el 2000 acompañó al astro del fútbol a Cuba durante su rehabilitación de adicciones y luego obró como veedor en la autopsia. En su relato explicó que había recomendado un “centro de rehabilitación” para Maradona y advirtió: “Salir de un sanatorio para llevarlo a la casa, para ese tipo de paciente era arriesgado“.
Además de Luque, en el juicio están imputados por “homicidio simple con dolo eventual” la psiquiatra Agustina Cosachov; el enfermero Ricardo Almirón; su jefe, Mariano Perroni; el psicólogo Carlos Díaz; el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna y la coordinadora de Swiss Medical, Nancy Edith Forlini.
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