En medio de la crisis sanitaria que golpea a Brasil, al menos 25 personas murieron durante un tiroteo entre agentes policiales y miembros de una banda narco. El hecho sucedió en la favela de Jacarezinho, en la zona norte de Río de Janeiro.
Según la estadística de la Universidad Federal Fulminense, se trata de una de las mayores masacres a manos de los efectivos en dicha ciudad. La operación se inició a las 6 de la madrugada en territorio de la banda más antigua del gigante sudamericano, el Comando Vermelho.
Los vecinos se vieron conmovidos por las explosiones de granadas, como así por la presencia de los sujetos en los techos. De acuerdo con los oficiales, el procedimiento se llevó a cabo por una investigación en la que determinaron que el grupo reclutó niños para robar subtes.
La decisión pasa por alto una resolución del Supremo Tribunal Federal en la que se prohíben este tipo de operaciones policiales durante la crisis sanitaria, salvo en “hipótesis absolutamente excepcionales” y siempre que estén debidamente justificadas ante la Fiscalía de Río
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