El senador por el departamento General López, Lisandro Enrico, publicó un hilo de tweets en donde alimenta la teoría de los dos demonios y el negacionismo, lo que generó fuerte polémica en el mundo político provincial y en las redes. El día de la conmemoración de un nuevo aniversario del inicio de la última dictadura militar, que cometió delitos de lesa humanidad, se dedicó a relativizar la violencia ejercida por el Estado y compararla con la violencia civil. Fuerte repudio de todo el arco político.
En su red social, el legislador provincial expresó: “Hoy es una fecha para repudiar toda forma de violencia política, no solo la que se hizo desde el Estado, también la que se hizo desde fuera del Estado. En el medio había personas”. En un siguiente tweet, agregó: “Es una fecha para resaltar el respeto por la vida de todas las personas, porque todas las vidas merecen ser honradas. No hay vidas que valgan más que otras”.
La postura tomada, comparando el terrorismo de Estado con la violencia en general, alimenta la teoría de los dos demonios paralelizando lo generado por grupos subversivos con el poder estatal que tiene el exclusivo ejercicio de la violencia, y el manejo las fuerzas de seguridad y de las armas. A su vez, insistió: “Nunca más la violencia, provenga de donde provenga”.
Uno de los primeros en cruzarlo públicamente fue Leandro Busatto, que lo criticó por “reproducir las argumentaciones de los ideólogos del golpe de 1976: que los genocidas llegaron al poder para ‘poner orden’, y no para llevar adelante un plan económico que benefició a un puñado de empresas”.
Además, el Jefe del bloque Justicialista en la Cámara de Diputados de Santa Fe se refirió a una “derecha envalentonada que reinstala el negacionismo y la teoría de los dos demonios”.
Es grave que dirigentes con formación académica y representatividad tengan tamaña falta de análisis de fondo ante un episodio tan grave para nuestra historia, y utilizar la fecha de conmemoración para relativizar lo sucedido y justificando entre líneas el golpe con la violencia precedida. No hace más que promover el discurso negacionista.
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