Tejer con lana es una de las habilidades que mayor precisión requiere para que la prenda quede en perfectas condiciones. El frenético ritmo de las posmodernidad hizo que menos personas le puedan dedicar el tiempo y la paciencia que se necesita para esta actividad.
Las redes sociales han tenido la virtud de reunir a personas que comparten el cariño a una disciplina y si a eso se le agrega la solidaridad, causa admiración y es necesario que se de a conocer masivamente, como el caso de la Red de tejedoras solidarias de Rosario.
Todo comenzó en el año 2017 , cuando un grupo de mujeres se interesaron por los bebés que nacen prematuramente, ya sea por que eran madres de chicos que salían al mundo de esa manera o neonatólogas a los que esta particularidad les despertaba curiosidad y buscaban como poder ayudar.
La cuestión de la ropa en los bebés prematuros es fundamental, muchas familias no tienen el talle necesario para abastecer al recién nacido y los precios exorbitantes de las ropas se transforman en una dificultad difícil de sortear.
Entre las integrantes de este grupo había personas que tenían habilidad para tejer y decidieron fabricar ad honoren, los famosos “pulpitos” tan necesario para los prematuros ya que simulan el cordón umbilical, permitiendo al bebé recordar la sensación de confort y seguridad que tenía en el vientre materno. Esto contribuye a mejorar la respiración del bebé, a incrementar los niveles de oxígeno y a regular sus latidos cardíacos.
Entre idas y venidas, esta red quedó conformada por 10 integrantes que se reúne dos veces por mes en el Club Centro Progresista y Deportivo, ubicado en San Juan 3677, que les presta un salón para que puedan desarrollar sus encuentros.
El sanatorio Británico fue al primer lugar al que acudieron para realizar sus entregas de “pulpitos” ya que desde el sector de neonatología le dieron acceso. Con el correr del tiempo, sus donaciones se fueron ampliando al IPAM, Hospital Español, Hospital Centenario, Sanatorio Plaza, Sanatorio Laprida, Hospital Roque Sáenz Peña y Hospital Italiano.
Además de los ya mencionados pulpitos, desde los efectores de salud comenzaron a solicitarles, gorritos. batitas y otras ropitas ya que a las familias de los prematuros se les hacía imposible conseguir. Según ellas mismas, antes de la pandemia entregaban 400 prendas cada dos meses y esta cifra creció sideralmente ya que llegó a los 2000 bajo la misma frecuencia bimestral.
“A pesar de los problemas de nuestra vida, nos genera una gran satisfacción poder ayudar a los prematuros y sus familias en un momento tan complicado”.
Para comunicarse con la Red de Tejedoras Solidarias de Rosario se puede ingresar a su fan page en Facebook o mandar un mensaje por WhatsApp al 3416144014.
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