Rusia informó 828 muertes por coronavirus en la última jornada, el máximo desde el inicio de la pandemia en el país, debido al avance de la variante Delta, más contagiosa, la lentitud en la vacunación y la ausencia de medidas de confinamiento.
Así lo señala el balance diario ofrecido por el centro de crisis del Gobierno, un día después de que de que otro pico de casos, en este caso 820, profundizara la gravedad de la situación en el país, en términos absolutos el más golpeado por la pandemia, con más de 202.273 fallecidos en total, informó la agencia de noticias AFP.
La agencia estadística rusa Rosstat, que emplea una definición más amplia de las muertes causadas por el Covid, registraba más de 350.000 decesos vinculados a la pandemia a fines de julio pasado.
Desde junio, Rusia fue golpeada por la variante Delta y no consigue contener su progresión. El número de nuevos casos este viernes se elevaba a 21.379.
El rebrote llegó al Kremlin, donde el presidente Vladimir Putin está aislado desde principios de la semana pasada por la detección de decenas de casos en su entorno.
A pesar de la producción de varios fármacos locales, la vacunación avanza muy lentamente y, según un recuento de la web Gogov, solo un 28,4% de la población rusa dispone del esquema completo de inmunización.
Además, los poderes públicos evitan tomar medidas sanitarias restrictivas para preservar la economía, estancada desde hace años.
El barbijo, cuyo uso es obligatorio, se utiliza poco en lugares públicos y las indicaciones de distancia social son escasamente respetadas por los rusos.
Comentarios