Rafael Nadal tuvo una cita con la historia y luego de una final de película contra el ruso Daniil Medvedev, conquistó el Australian Open y se convirtió en el máximo ganador de Grand Slam de la historia, con 21 títulos. Fue así que se derrumbó sobre el cemento del Rod Laver Arenay rompió en llanto.
“Sin dudas estoy muy feliz porque creo que fue uno de los partidos más emocionantes de toda mi carrera y haberlo jugado ante un gran campeón como Medvedev es un orgullo y un honor”, manifestó el español con los llorosos.
El mallorquín agrandó su leyenda en Melbourne luego de recuperarse tras varios meses de inactividad debido a una lesión en su pie izquierdo y superar el coronavirus (COVID-19), en diciembre pasado. Este contexto dimensiona el logro conseguido por el actual número 5 del mundo, quien aseguró: “No creí que podría estar hoy aquí después de todo lo que me pasó, pero esto es asombroso”.
Además, Rafa le prometió al público que hará lo posible por volver a competir el próximo año en suelo australiano. “Voy a hacer todo lo posible para volver a estar en Australia el próximo año”, adelantó.
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