La Fiscalía dio a conocer la identidad del joven asesinado anoche en barrio Tablada, adonde había llegado en un taxi desde la ciudad de San Lorenzo. Se trata de de Carlos Uriel Acosta, de 21 años, ultimado dentro del mismo vehículo en el que viajaba junto al taxista José Luis Assale, de 63 años. Ambos, pasajero y conductor, murieron en los asientos del auto sin ofrecer resistencia a los sicarios que huyeron en dos motos.
Cabe destacar que luego del hecho la policía detuvo a tres hombres y una mujer en las inmediaciones de Ayacucho y Uriburu. En un principio, se pensó que podían estar relacionados con el doble crimen, pero con el correr de las horas fuentes de la causa informaron que las armas que tenían los sospechosos (una pistola Bersa 9 milímetros y otra de la misma marca, pero calibre 380) no coinciden con las que se habrían utilizado para disparar al taxista y a su pasajero. En el auto se recogieron ocho vainas calibre 40.
Lo que se sabe hasta ahora de las víctimas es que Assale manejaba taxis para la agencia Potolo, en San Lorenzo y que en su entorno de trabajo lo describen como “un muy buen tipo, un laburante”. Había tomado el turno de la noche del martes y el destino quiso que esté al mando de un vehículo en el que viajaba alguien que estaba siendo esperado por sicarios, aunque él no lo supiera.
Este miércoles, los taxistas de esa ciudad del cordón industrial hicieron un corte de actividades durante la mañana para exigir justicia por la muerte de uno de ellos. Al mediodía, se movilizaron en la conocida como “esquina de los bancos” de esa localidad. Y dijeron: “Tuvo la mala suerte de llevar a un pasajero al que le tenían una bronca. Él no estaba metido en nada”. Un dato que llamó la atención fue que en el reclamo de los conductores de taxi no estuvieron los titulares de la agencia a la que pertenecía el vehículo atacado.
El pasajero, Uriel Acosta, estaba domiciliado en el barrio Malvinas de la ciudad de San Lorenzo, pero podría haber estado viviendo en el último tiempo en la localidad de Andino, a unos 30 kilómetros de Rosario. De acuerdo a lo que trascendió, el viaje que había solicitado hasta el barrio de Tablada tenía previsto originalmente un recorrido de vuelta hacia el cordón industrial, que se vio interrumpido por la balacera. La sospecha de los investigadores es que el joven era el verdadero blanco del ataque, que se sospecha podría haber tenido un entorno vinculado a la venta de drogas. El fiscal a cargo de la causa es Matías Edery, en el marco de la Unidad de Homicidios Dolosos del MPA.
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