La exsecretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable entre 2006 y 2008, oriunda de la ciudad de Córdoba, Romina Picolotti, fue encontrada culpable por el delito de fraude contra la administración pública.
Para la Justicia, quedó demostrado que pagó gastos personales con fondos estatales, por lo que fue condenada a tres años de prisión y también se dictó su inhabilitación a perpetuidad para ocupar cargos públicos.
Radicada en Miami, Estados Unidos, desde 2015, la ex funcionaria siguió por Zoom las audiencias, y según explicaron, no está obligada a regresar al país, permanecerá libre con una caución y deberá presentarse todos los meses en el consulado argentino en Miami.
Picolotti es una abogada, especializada en derecho ambiental, que se desempeñó como secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable entre 2006 y 2008; además es fundadora del Centro de Derechos Humanos y Ambiente (CEDHA).
De acuerdo a los cálculos brindados en la audiencia, el perjuicio al Estado argentino fue de 6.941.170 pesos. Entre los gastos privados que, de acuerdo al fallo, la funcionaria de los gobiernos de Néstor y Cristina de Kirchner realizó con fondos gubernamentales, figuraron compras de pasajes de avión, vuelos charters, regalos, y hotelería.
Al Ejecutivo nacional ingresó el 7 de junio de 2006 durante el gobierno del entonces presidente Néstor Kirchner, y cuyo jefe de Gabinete era el actual primer mandatario Alberto Fernández. Tras el cambio de gobierno, la letrada continuó en el cargo con la asunción de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En 2008 se alejó de la función pública bajo sospecha de administración fraudulenta por irregularidades en el manejo de la “caja”.
Entre otras actividades de su función estaba al mando del saneamiento del Riachuelo y en junio del último año que ejerció como secretaria de Ambiente se dieron varias quemas pastizales en la zona sur de Entre Ríos, el humo llegó hasta ciudad de Buenos Aires donde permaneció por varios días pero ella no previó la utilización de aviones hidrantes para atacar el fuego y los incendios quedaron descontrolados.
Por otro lado, se comprobó el uso de vuelos privados para su desplazamiento entre distintas provincias; pasajes aéreos para familiares y amigos, y consumos de uso personal rendidos como gastos de la Secretaría a su cargo.
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