Hernán Tolosa, el hombre que fue detenido ayer después de intentar coimear con veinte millones de pesos a la policía que lo interceptó en un camino rural de la provincia de Santa Fe, quedará detenido en Coronda por disposición del juez Carlos Vera Barros, titular del Juzgado Federal 3 de Rosario, que le tomó declaración indagatoria esta mañana. Según fuentes con acceso a la causa, la imputación está relacionada con tráfico de drogas y lavado de dinero.
Su detención se había producido en la localidad de Gálvez por un motivo casual, ya que cuando se realizaba un operativo policial por otro hecho delictivo, Tolosa decidió dar vuelta al ver a los agentes e intentar escapar en contramano. Sobre él pesaba un pedido de captura con prohibición de salir del país desde 2019, solicitada por el mismo juez que hoy lo indagó.
Cuando los policías vieron que una camioneta blanca los había evitado, empezó una persecución que siguió por caminos rurales. Al alcanzarlo y solicitarle su documentación, advirtieron que era alguien que tenía pedido de captura judicial. Lo insólito fue que él mismo se lo informó a los agentes, pero intentando zafar de la situación: “Tengo una causa en la justicia federal, les puedo dar 20 millones de pesos si me dejan ir”, les dijo. Y en el asiento de al lado estaba además su hijo, de apenas 12 años.
Inmediatamente después del frustrado intento de coima, Tolosa terminó detenido bajo la carátula de resistencia a la autoridad y tentativa de cohecho. Esta mañana, por su parte, sumó la imputación en la justicia federal: tráfico con estupefacientes en forma organizada en carácter de organizador y de haber adquirido bienes con dinero de origen ilícito proveniente de la maniobras de narcotráfico.
Soldaditos narco y venta de droga en cementerios
La causa por la cual en 2019 se le había librado pedido de captura a Tolosa se había abierto tres años antes, por una investigación del fiscal federal Claudio Kishimoto, que detectó una banda que operaba en las localidades santafesinas de Armstrong y Las Rosas. Y de acuerdo a los datos de ese expediente, el hombre que terminó detenido ayer después de escapar de la policía e intentar coimear a los agentes, tenía un rol de organizador.
El grupo tenía una modalidad de trabajo bastante poco habitual: se estructuraba con soldaditos que vendían droga en los cementerios, en complicidad en aquel tiempo con agentes de la Policía de Investigaciones de Santa Fe (PDI), que les daban prestaban protección y apoyo a los narcos. Así fue que debió intervenir la sección de Delitos Complejos de la Policía Federal.
A Tolosa, según constató aquella causa iniciada en 2016, le decían “Damasco” y a su gente le decían “Los soldaditos de Damasco”. Su hermano era partícipe de la banda y el punto de acopio de la droga era un campo en Las Rosas. Además, la organización contaba con testaferros que lavaban el dinero que se recaudaba.
Comentarios