La Argentina es la mayor productora y consumidora de vino en el mundo. Sin embargo, semanas atrás un productor realizó explosivas declaraciones al afirmar que por el faltante de dólares para la importación habría desabastecimiento en el futuro. Según atendió, el país compra en el exterior la tinta, los papeles y los corchos.
Fabricio Portelli, periodista especializado en la materia, explicó en diálogo con Gabriel Pennise que “internamente no se habla nada de no poder producir vinos”. En ese marco, destacó que “hubo faltante de botellas blancas, lo que dificultó y va a dificultar más a los vinos blancos y rosados”.
“Tiene que ver con que en Argentina hay tres cristaleras, donde una de ellas tenía el horno apagado y el otro se rompió. La demanda estaba a tope, y la pandemia encareció la importación”, añadió.
Portelli puso el foco en que “si no hay dólares va a haber faltantes”, pero remarcó que las expresiones del productor “fueron alarmantes”, “más una jugada de negociación con el gobierno y las retenciones”.
“Argentina es, de los países productores, uno de los más atractivos, pero nunca supera los mil millones. Nunca logra romper eso por cuestiones macro. Cuando queres vender afuera y aumentar el precio, no te lo aceptan. Y eso hace que se rompa la cadena comercial”, analizó el también sommelier.
El país busca desde hace años establecer el Malbec en los mercados europeos, “pero siempre tenemos complicaciones económicas para mantenernos”.
Para concluir, Portelli se refirió a la ola de calor en el hemisferio norte: “Todavía no se sabe si es una cuestión de cambio climático o de ciclos, porque mucho de lo que está pasando ya se vivió tiempo atrás. Lo cierto es que en Europa y Estados Unidos han habido quemas en los viñedos. En Argentina estamos más al sur y no estamos en el centro del problema climático”.
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