Vladimir Putin, firmó un decreto que amplía las circunstancias bajo las cuales Rusia podría recurrir al uso de armas nucleares. Este ajuste en la política se da precisamente en el día 1.000 de la invasión rusa a Ucrania y como respuesta directa a la reciente autorización de Estados Unidos para que Ucrania utilice misiles de largo alcance contra territorio ruso.
El decreto establece que, entre las situaciones que justificarían el uso de armas nucleares, se incluye el lanzamiento de misiles balísticos contra Rusia, según informó la agencia DW. Además, indicaron que era necesario “adaptar los fundamentos a la situación actual“, haciendo referencia a lo que Putin considera amenazas provenientes de Occidente a la seguridad rusa.
La declaración de Putin fue clara y contundente: “Cualquier ataque contra Rusia por parte de un Estado no nuclear, pero con la participación o apoyo de un Estado nuclear, será considerado como un ataque conjunto contra la Federación Rusa”.
Fuentes oficiales del gobierno ruso confirmaron que estas declaraciones son parte de un estudio en curso para actualizar los “Fundamentos de la política del Estado en materia de disuasión nuclear”. Aunque los detalles específicos de estos cambios aún no se revelaron, se entiende que el propósito es adaptar la estrategia nuclear a las amenazas contemporáneas y a la dinámica geopolítica actual.
El anuncio generó una ola de reacciones alrededor del mundo. Antony Blinken, Secretario de Estado de Estados Unidos, ha calificado estas declaraciones como “total irresponsabilidad”. En una conferencia de prensa, Blinken expresó: “Es una muestra clara de cómo Rusia sigue utilizando la amenaza nuclear como una herramienta de intimidación en el escenario internacional”.
Desde el Kremlin, Peskov ha defendido la posición rusa, asegurando que “Rusia simplemente está actualizando su política de defensa para asegurar la seguridad nacional en un mundo cada vez más impredecible. No estamos hablando de una escalada, sino de adaptarnos a nuevas realidades”.
El mandato ruso advirtió en septiembre que podría usar armas nucleares en caso de bombardeos aéreos “masivos” contra Rusia. Putin ha subrayado que cualquier ataque de un país sin armas atómicas, como Ucrania, pero apoyado por una potencia nuclear, como Estados Unidos, podría considerarse una agresión “conjunta” susceptible de requerir una respuesta nuclear.
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