El gobernador Maximiliano Pullaro abrió en Santa Fe el período de sesiones ordinarias de la Legislatura provincial, con un discurso sobrio y sin nombres propios, pero que marcó la cancha con los ejes de su gestión. Hubo lugar para mostrar números sobre la eficiencia en el gasto salarial que sirvieron para contrastar con los reclamos de los gremios docentes, para definir como prioridad el control de lo que hacen en las cárceles los presos ligados a bandas criminales y también para diferenciarse del gobierno nacional respecto al rol de la obra pública.
El discurso del titular de la Casa Gris se inició con un autoelogio sobre la puntualidad, tras haber llegado antes de la hora prevista para el inicio del acto oficial previsto para las 11.30 hs. “Siempre me gusta llegar temprano”, dijo. Enseguida empezaba con los agradecimientos, destacando en primer lugar la presencia de Rogelio Frigerio, gobernador de Entre Ríos. Luego sería el turno de su vice, Gisela Scaglia y de Felipe Michlig -a quien nombró como el ‘jefe político’, Clara García, Rafael Gutiérrez, la jefa de fiscales del MPA, Cecilia Vranicich, a quien llamó “Ichi” y al intendente rosarino, Pablo Javkin. Lo escuchaban, también, diputados y senadores provinciales.
Antes de entrar, Pullaro había estampado su firma en el libro de actas de la Legislatura junto a una frase que mostró la cámara de la tranmisión oficial: “Gobernador de La Invencible”. En el discurso, varias vecese usó esa definición para hablar de la provincia. Y repitió también una idea: “A los santafesinos nunca nos gustó que nos regalen nada”. Sin mencionar a Javier Milei, parte del dicurso se refirió a la discusión por fondos que Santa Fe tiene con Nación.
“No hay que sumarle a la ciudadanía más problemas de los que ya tiene. Quiero agradecer a la Legislatura el haber trabajado para darnos las herramientas que se necesitábamos”, arrancó Pullaro. Y repasó el contexto en el que asumió, a nivel provinial y nacional: “Una economía más chica que la que había hace seis años, que se contrajo todavía más en la primera parte de este año. Asumimos con un sistema productivo dañado”.
Después, iba a destacar la reasignación de partidas políticas hacia otras prioridades y una tranparencia en el gasto: “Estamos buscando que los recursos del Estado vayan a aulas, patrulleros. Tomé la decisión para que ningún funcionario pueda quedar en planta permanente. Los funcionarios que designé, se van cuando termine nuestro gobierno. “Ningún funcionario, incluido el gobernador, puede hospedarse en hoteles que superen las tres estrellas. Se redujo el gasto de combustible. Así se achicó el gasto. Y en el primer trimestre pudimos compensar una parte del déficit de 2023”.
El mandatario provincial, que hizo un repaso de todas las áreas de gestión, dijo también: “Los niveles de pobreza, indigencia y desigualdad vienen creciendo hace años. Es nuestra prioridad que a ningún santafesino le falte un plato de comida y que la ayuda le llegue a quién lo necesita. No queremos que ningún chico vaya a nuestras escuelas con la panza vacía”.
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