La Justicia de Tucumán le dictó la prisión preventiva a la madrina y dos parientes de Rocío Rojas, la nena que desapareció el jueves pasado en Tucumán y de la que presuntamente se hallaron sus restos óseos el último viernes. Según creen desde la investigación, la mujer junto a los dos familiares de la víctima la habrían asesinado y luego calcinado.
Por el crimen de la niña de 4 años de edad, desaparecida de su casa en la localidad de Lules, provincia de Tucumán, quedaron privados de su libertad Amalia Carolina Graneros, madrina de Rocío, de 39 años; su pareja, Edgardo Hernán Caro, de 36, y su yerno, Mauro Ortiz, de 21, pareja de la hija de Graneros, según confirmó la agencia de noticias Télam. En ese sentido, la Justicia considera que fueron ellos quienes asesinaron y luego quemaron el cuerpo de la menor para borrar rastros.
El mismo viernes, cuando se dio con los presuntos restos óseos de la nena, los acusados quedaron detenidos por orden del fiscal Ignacio López Bustos, a cargo de la Unidad Fiscal de Homicidios I. A pedido del Ministerio Público Fiscal de Tucumán, el juez del caso dispuso la prisión preventiva por seis meses de los tres acusados por el delito de homicidio agravado por alevosía, premeditado por el concurso de dos o más personas, criminis causa y femicidio, en calidad de coautores.
“Se trata de un delito aberrante con pocos precedentes en los últimos tiempos, en el que demostraron un desprecio por la vida. Se encontraron restos óseos en lugares diferentes. Entendemos que por las características del hecho, los imputados enfrentarán una pena de prisión perpetua”, destacó el investigador López Bustos al fundamentar el pedido, basándose en la existencia de peligros procesales de entorpecimiento de la investigación y peligro de fuga.
Los tres acusados convivían con Rocío en una vivienda del asentamiento Chabela, en Lules, que fue allanada y donde se encontraron “indicios fundamentales para avanzar en la causa”, según indicó una fuente del caso.
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