Durante el mediodía de este jueves, se realizó un motín por parte de los presos alojados en la comisaría 24ª de la localidad vecina de Granadero Baigorria. Los internos quemaron varios colchones y pidieron el traslado hacia dependencias más cercanas a sus domicilios. La protesta se dio en el contexto de una fuerte superpoblación de detenidos: adonde podría haber alojados en forma transitoria 16 reclusos, hay 44.
Según se informó oficialmente, el hecho se pudo contener rápidamente. Para eso, hizo falta la presencia del jefe de la Unidad Regional II, Daniel Acosta, que gestionó el traslado de casi la mitad de los presos a otras comisarías y a la cárcel del ORDER, en la zona oeste de Rosario.
En los últimos meses, hubo varios intentos de fuga y motines en comisarías, en las que hay dos o tres veces más cantidad de presos de los que podría haber. Las cárceles, entre tanto, también enfrentan una saturación en su capacidad. El propio Acosta, mientras se realizaba la protesta, admitió que hay “hacinamiento” de los detenidos.
En septiembre pasado, 16 presos se habían fugado de la misma dependencia policial en la que se quemaron colchones este jueves. Seis de ellos pudieron ser luego recapturados.
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