El activista suizo a favor de la eutanasia, Philip Nitschke, anunció que su cápsula de suicidio asistido Sarco sería utilizada por primera vez en Suiza “en las próximas semanas”. La organización promotora The Last Resort confirmó este miércoles que la cápsula podría ser utilizada antes de fin de año
Los usuarios podrán ingresar al dispositivo, con la forma de un sarcófago, donde tras presionar un botón, se liberará nitrógeno. Este gas reducirá los niveles de oxígeno rápidamente en el interior de Sarco, así la persona moriría de hipoxia (falta de oxígeno) en segundos.
Pese a que en Suiza el suicidio asistido es legal, las autoridades todavía debaten sobre permitir el uso de Sarco, aunque al momento la compañía no estaría rompiendo ninguna ley.
Philip Nitschke, inventor de Sarco, sostuvo que la cápsula es segura e incluso el mismo la probó. Se metió al interior mientras le suministraban oxígeno por dos vías en la nariz y presenció desde adentro como fluía el nitrógeno.
“No puedo imaginar una forma más hermosa de respirar aire sin oxígeno hasta caer en un sueño eterno”, dijo a la prensa.
En detalle, la persona que desea morir debe pasar primero una evaluación psiquiátrica. Una vez aprobada la petición, la persona entra en la cápsula, cierra la tapa y, tras responder a una serie de preguntas, pulsa el botón que provocará su muerte, detalló Nitschke. El único costo para el usuario sería de 18 francos suizos (20 dólares) solo por el nitrógeno.
Por ahora se desconoce la identidad del que sería el primer paciente de Sarco y cuando harían el primer procedimiento, pero la compañía desmintió rumores que circulaban sobre que ya se habría probado de manera secreta.
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