El 10 de agosto será un día inolvidable en la vida de Lionel Messi. Tras varias idas y venidas, el ex jugador del Barcelona llegó a Paris para formar parte del PSG. Tras “hacer todo lo posible para quedarse en Barcelona”– según afirmó en sus declaraciones el domingo por la mañana, al rosarino no le quedó otra que marcharse de su casa, en la que vivió desde los 13 años, por todos los problemas financieros que atraviesa el club Blaugrana.
Mucho se dijo sobre qué número podría llegar a usar el ex 10 del equipo catalán, sin embargo, en la última hora trascendió una conversación que tuvo con su amigo y ex compañero del Barça, Neymar da Silva Santos Júnior, quien le habría ofrecido la “10” como una manera de convencerlo para que firme con ellos.
Sin embargo, parece que “La Pulga” le habría dicho que no y además trascendió que no sería una condición portar la cinta de capitán. Ney, quien compartió muchos años con el astro rosarino y además forjó una amistad, no dudó un segundo en ofrecérsela apenas se enteró del futuro pase.
Pero Leo, con mucho respeto, agradeció el gesto y le respondió, palabras más, palabras menos: “No tenés por qué dármela”. Es que desde la llegada del brasileño a la capital francesa a mediados del 2017, esa camiseta siempre fue de Neymar, cuando su antecesor Javier Pastore se la pasó. El ex Huracán heredó esa camiseta en la temporada 16/17, luego de que la dejase vacante ni más ni menos que Zlatan Ibrahimovic.
La contundente decisión de Messi sorprendió hasta los propios jeques qataríes dueños del club, que en redes sociales anticiparon su llegada mostrando la camiseta del equipo parisino ya con su nombre y número insignia estampados desde hace varios días.
Comentarios