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Policiales

Podrían apartar al fiscal Ríos Artacho de su cargo: entregó un Cruze y un Mercedes a policías imputados en causas judiciales

El Mercedes que tenía el comisario imputado por abuso sexual, que había sido secuestrado en un allanamiento por Ríos Artacho.

Un duro informe de la Auditoría del MPA podría dejar sin su cargo a Mariano Ríos Artacho, titular de una de las Fiscalías de la Unidad de Delitos Económicos en Rosario. El documento en su contra es lapidario y fue presentado el 17 de abril por María Cecilia Vranicich, antes de dejar su cargo como auditora para pasar a ser la jefa de todos los fiscales de la provincia. El trabajo, de 25 páginas, detalla las irregularidades por las que un Mercedes Benz y un Chevrolet Cruze terminaron en manos de dos comisarios condenados, uno por abuso sexual y otro por vínculos con Los Monos. El material, además, ya recorre el camino necesario para llegar a la Comisión de Acuerdos de la Legislatura provincial: la última semana fue enviado a la diputada Georgina Orciani, que fue designada como miembro acusadora por la Comisión de Acuerdo y en las próximas horas debería haber certezas sobre los tiempos a seguir.

El expediente se inició el 6 de enero pasado, cuando se supo que Alvaro Rosales, comisario de Villa Constitución condenado por hechos de abuso sexual en la escuela de cadetes policiales, circulaba en un auto que debía estar bajo custodia policial: era un Mercedes Benz que había sido secuestrado durante un allanamiento al empresario Sebastián Grimaldi, el 31 de mayo de 2022. Los operativos de aquel día habían sido solicitados por Ríos Artacho, en una causa estafa contra el citado corredor de granos.

En enero pasado, RedBoing publicó sobre este tema, una nota firmada por Andrés Cánepa. El vehículo, que debía quedar bajo custodia de la Agencia Provincial de Registro, Administración y Destino de Bienes y Derechos Patrimoniales (APRAD), terminó utilizado por el comisario Rosales para uso personal. Por eso Vranicich solicitó información a las Tropas de Operaciones Especiales, a APRAD, al propio Ríos Artacho y también al fiscal José Luis Caterina. A este último se lo consultó por haber tenido a su cargo la causa contra el comisario de Villa Constitución, acusado por una subalterna por delitos de abuso de poder y abuso sexual. En enero, Ríos Artacho y Caterina no respondieron la solicitud de la auditoría del MPA, por estar de vacaciones. En febrero, Vranicich tuvo que insistir con la solicitud por correo electrónico. Luego sí, con los datos en su poder, elaboró el informe.

En la última carilla del trabajo, Vranicich resuelve “inhibirse del trámite de procedimiento disciplinario respecto al desempeño del fiscal Ríos Artacho” y remitir todo a la Comisión de Acuerdos de la Legislatura, que preside la diputada Lionela Cattalini. Además, remitió copia a la Fiscalía Regional, a cargo de María Eugenia Iribarren, para que asigne un órgano fiscal que asuma la investigación penal de los hechos”.

El Mercedez en casa del comisario abusador

Uno de los vehículos era un Mercedes Benz, que había sido secuestrado a un empresario cerealero en una causa por estafas. Cuando debía quedar bajo custodia judicial, las llaves del auto le llegaron al comisario Alvaro Rosales, imputado en una causa por abuso sexual. Y quien se lo había dado era el fiscal rosarino Mariano Ríos Artacho. Cuando se supo del tema, se excusó diciendo que “era su amigo” hace mucho tiempo.

En su informe, la ahora jefa de todos los fiscales de la provincia fue terminante: “Más allá de su vínculo de amistad, Ríos Artacho asesoraba a Alvaro Rosales en forma permanente en cuestiones atinentes a la investigación en su contra, dándole consejos técnico-jurídicos, adelantando la posible estrategia jurídica que llevaría el Fiscal Adjunto Caterina, incurriendo en valoraciones sobre su desempeño fiscal e incluso llegando a sugerir que se interponga un apartamiento”. En criollo, el fiscal no sólo había sacado el auto de la custodia judicial para dárselo a un policía imputado en una causa, sino que además era su asesor jurídico.

Ese Mercedez Compressor, según logró reconstruir Vranicich, permaneció bajo custodia de las TOE hasta el diciembre de 2022. En esa fecha en la cual, por pedido de Ríos Artacho se le entregó a Rosales como “depositario judicial, provisorio y revocable, por el término de un año renovable para ser afectado al uso policial”. Sin embargo, el auto apareció una semanas después en la casa del comisario.

El Cruze que tenía el jefe policial vinculado a Los Monos 

El otro caso que podría determinar el final de la carrera de Ríos Artacho como fiscal es el de un auto que había sido suyo y apareció siendo usado por un ex comisario de probados vínculos con Los Monos: Juan José Raffo. En octubre de 2022 -según detalla el informe de la Auditoría del MPA- cuando personal de inteligencia estaba haciendo un seguimiento de Raffo, lo ven llegar a un galpón de calle Guatemala, en la zona oeste de Rosario, en el auto un Chevrolet Cruze negro dominio AE 618 SR.

Ese 23 de octubre, también estaba Alvaro Rosales en el mismo galpón, que es un punto histórico de reunión de policías sospechados de vínculos con las bandas. Hace poco fue allanado y se encontró una caja fuerte con varios miles de pesos y dólares, una noche en la que varios jefes policiales comían un asado.

Al hacer el relevamiento de la propiedad de ese vehículo, se advierte que el Cruze que usaba Raffo estaba a nombre de Ríos Artacho. Poco después, el 3 de diciembre, otro informe de inteligencia divisa a Raffo otra vez en el mismo auto: ahora en Ezeiza. Entre tanto, cuando se piden datos a la empresa San Cristobal, se verifica que el seguro estaba a nombre del fiscal.

El 29 de diciembre, Ríos es convocado a declarar ante Edery y Schiappa Pietra. En ese momento dice: “Me dijeron que desde la PROCUNAR que vieron a un señor de apellido Raffo en un auto que fue mío, en Ezeiza. Yo se lo vendí en octubre a Alvaro Rosales y no sé qué hizo él. Yo le firmé el 08 y me desentendí”.

Raffo, condenado en 2018 y apartado de su cargo en la fuerza por descubrirse sus vínculos con Los Monos, actualmente está prófugo de la justicia y con pedido de captura internacional a través de Interpol. El ex uniformado y es investigado por los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra por una presunta participación en el crimen de un ex barra de Newell’s, Nelson “Chivo” Saravia.

Mariano Ríos Artacho

 

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