Surgieron fotos y videos de Boris Johnson protagonizando fiestas en la residencia oficial durante el peor momento de la pandemia, mientras en la isla regía un estricto confinamiento. Tras negar su participación durante semanas, el primer ministro debió pedir disculpas, incluso hasta a la monarquía ya que una de las celebraciones fue realizada el día antes de los actos de despedida del príncipe Felipe de Edimburgo.
La oposición británica y parte del oficialismo solicitaron la renuncia del mandatario, luego de conocerse una nueva revelación sobre las fiestas celebradas en la residencia oficial del Gobierno británico, durante períodos de confinamiento. La información se fue filtrando poco a poco y cada nuevo detalle agravó el malestar. La multiplicación de escándalos por fiestas en plena pandemia confrontan al dirigente conservador, a la peor crisis desde su llegada triunfal al poder en julio de 2019, y parece haber puesto su mandato en la cuerda floja.
La polémica se profundizó este sábado, cuando el diario “The Mirror” reveló que, cada viernes, los empleados de Downing Street concluían su semana laboral con “los vinos del viernes”, una “tradición” antigua que se mantuvo a pesar del confinamiento decretado por la pandemia, pero que en realidad estaba prohibida en ese momento.
Según dicho periódico, el premier estaba al corriente de esos brindis: “Pensar que no lo sabía no tiene ningún sentido”, dijo una fuente que optó mantener su anonimato. Esta nueva revelación reavivó los pedidos de dimisión contra Johnson, tanto de la oposición como de su propio partido.
El líder del Partido Laborista, Keir Starmer, exigió la renuncia del premier por su “incapacidad para liderar” y en nombre del “interés nacional”.
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