El Concejo de Rosario aprobó un pedido de informes del concejal Roy López Molina por las amenazas y extorsiones que sufrieron gastronómicos instalados en la zona de Pichincha y por el presunto desembarco de capitales del delito en el mismo rubro sobre la avenida Pellegrini. En ese sentido, el presidente del bloque Cambiemos apuntó: “Solicitamos a la Municipalidad informes sobre la cantidad de habilitaciones y cambios de titularidad de establecimientos ubicados en esas zonas entre marzo de 2020 y mayo de 2021”.
“El objetivo es hacer un análisis exhaustivo acerca de si detrás de esas modificaciones aparecen nombres que están directa o indirectamente vinculados a actividades ilegales, o cuyos antecedentes no están vinculados al rubro”, explicó el concejal.
En las últimas semanas en varios locales gastronómicos de los corredores aparecieron mensajes intimidatorios. Por ese motivo, López Molina destacó que la iniciativa surgió porque “comerciantes y trabajadores vienen sufriendo diversos hostigamientos por parte de presuntas bandas criminales que buscan extorsionarlos” y por “la preocupación de distintos actores especialmente en Pellegrini frente al avance de determinados grupos vinculados con el delito que podrían ser nuevos adquirentes de los fondos de comercio”.
“Corresponde a la Justicia imputar. El municipio sólo otorga habilitaciones. Pero el Estado en su conjunto no puede ser partícipe por omisión de estas maniobras anteriormente mencionadas, lo cual nos obliga a poner el foco y estar a la vigilia de que no avance la economía delictiva de las bandas que se buscan erradicar”, consideró Roy López Molina.
El pedido de informes fue impulsado tras la difusión de mensajes que recibieron comerciantes. “Podría tratarse de alguna banda con cierto poder que se aprovecha del terror que generan y a cambio de plata ofrecerles protección de ellos mismos, una metodología que en el último tiempo es moneda corriente en Villa Gobernador Gálvez”, graficó el concejal.
López Molina expresó una “enorme preocupación porque aquello que por momentos se invisibiliza por pertenecer a la periferia tampoco nos movilice cuando tenemos pruebas de que algo está pasando en el sector comercial-gastronómico de Pichincha o en el corredor de Avenida Pellegrini”.
Incluyó a estos hechos junto a otros de gravedad como la revelación de que un empresario buscaba eliminar a la competencia recurriendo a sicarios, la presencia del jefe de la barra de Newell’s en la Defensoría del Pueblo y el de “la financiera trucha de un grupo de acomodados que le vendían dólares sucios al narcotráfico”.
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