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Mundo

Perú llega a unas elecciones cerradas en medio del colapso sanitario

Perú buscará con los comicios generales del próximo domingo 11 poner fin a una crisis política sin precedentes desde la caída de Alberto Fujimori en 2000, que consumió cuatro presidentes y dos Congresos en lo que va del actual período quinquenal de Gobierno, se agravó exponencialmente con la pandemia de coronavirus y su impacto económico, y provocó un inédito desinterés ciudadano en el proceso electoral.

El resultado de ese panorama es una dispersión nunca antes vista entre las cuatro principales firmas de opinión pública, cuyas últimas encuestas muestran hasta seis candidatos presidenciales con chances de pasar a la segunda vuelta y entre 26,5% y 40% de ciudadanos que votarán en blanco, anularán el sufragio o aún no decidieron a quién elegirán.

Yonhy Lescano: el candidato centrista

El único que parece estar a salvo de la incertidumbre es el abogado y legislador Yonhy Lescano, del partido centrista Acción Popular (AP), quien concentra la mayor intención de voto de acuerdo con los cuatro sondeos: 15% según Ipsos, 14% según Datum, 11,4% según el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y 11,0% según CPI.

Por debajo de Lescano todo sigue siendo una incógnita, con entre cinco y seis candidatos apenas separados por entre 1,8 y cinco puntos porcentuales en busca del segundo lugar, en el que dos encuestas ubican al exfutbolista centroderechista George Forsyth y las otras dos, al empresario de derecha Rafael López Aliaga.

Yonhy Lescano, del partido centrista Acción Popular (AP).

Qué dicen las encuestas

Los resultados más apretados son los del IEP, en los que a continuación de Lescano figuran López Aliaga (9,7%), la izquierdista Verónika Mendoza (9,6%), el economista liberal Hernando de Soto (8,5%), Forsyth (8,2%) y la populista de derecha Keiko Fujimori (7,9%).

En el otro extremo está el sondeo de Ipsos, que en la pugna por el segundo puesto muestra a Forsyth (10%), López Aliaga (8%), Fujimori (7%), Mendoza (6%) y el general retirado nacionalista Daniel Urresti (5%).

Entre ambas encuestas, CPI señala a Forsyth (8,1%), Fujimori (7,1%), Mendoza (5,4%), López Aliaga (5,2%) y De Soto (4,5%), y Datum, a López Aliaga (9%), Forsyth y Fujimori (ambos con 8%), Mendoza (6%) y De Soto y Urresti (ambos 5%).

Por debajo de Lescano todo sigue siendo una incógnita, con entre cinco y seis candidatos apenas separados por entre 1,8 y cinco puntos porcentuales.

El más bajo interés en el electorado en las últimas décadas

La alta proporción de ciudadanos que invalidarán su voto o todavía no decidieron a quién elegirán y la dispersión de la intención de sufragio se deben en gran medida a una crisis política que caracterizó a todo el período quinquenal de Gobierno que concluirá el 28 de julio, cuando asuman el Congreso electo el 11 de abril y el Ejecutivo seguramente electo en la segunda vuelta que probablemente se realizará el 6 de junio.

El origen se remonta al comienzo del actual quinquenio, iniciado por el presidente Pedro Pablo Kuczynski, un liberal con un partido pequeño, heterogéneo y con escasa presencia en el Congreso unicameral, en ese momento con mayoría absoluta del fujimorismo.

Ya entonces Perú -que al menos desde el comienzo del siglo tiene una representación política muy fragmentada- estaba bajo una ola de investigaciones de casos de corrupción que afectó entre muchos otros a los expresidentes Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala, así como a Keiko Fujimori.

Pronto lo alcanzó también a Kuczynski, que en marzo de 2018 renunció para evitar ser destituido en el segundo juicio político que se le formó en menos de tres meses y fue sucedido por su hasta entonces vicepresidente, Martín Vizcarra.

La crisis de 2019

La tensión entre el Ejecutivo y el Congreso no disminuyó con Vizcarra, que no logró que el parlamento sancionara una reforma política impulsada por él y terminó disolviéndolo en septiembre de 2019, en uso de la facultad constitucional que permite a los mandatarios tomar esa medida si el Legislativo deniega el voto de confianza al gabinete por segunda vez en un mismo período de Gobierno.

Tampoco cedió con el nuevo Congreso surgido de las elecciones de enero de 2020, con una composición muy diferente de la del anterior y la representación mucho más atomizada, a tal punto que Vizcarra terminó siendo destituido en el segundo proceso de vacancia que se le inició en menos de dos meses, en noviembre pasado.

El proceso fue vertiginoso: Vizcarra fue cesado por el Congreso el 9 de noviembre; Manuel Merino (de AP) lo sucedió el 10 y renunció el 15, jaqueado por protestas en las que murieron dos personas, y el actual mandatario, Francisco Sagasti, del Partido Morado (PM), juró el 17.

A esa altura, a la crisis política ya se habían sumado la pandemia de coronavirus y el consecuente impacto económico, que llevó al país a registrar en 2020 una de las mayores contracciones del Producto Bruto Interno en todo el mundo después de dos décadas de crecimiento continuo.

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