En medio de la pandemia, Pablo Granados dejó la ciudad para mudarse a un club de campo ubicado en Zárate, a más de 150 kilómetros de Capital Federal. Los motivos por los que tomó esta decisión fueron dos: para cambiar su estilo de vida y para avocarse por completo a su trabajo como influencer, profesión que supo fusionar con el humor que tanto lo caracteriza.
Desde allí, el rosarino conversó con Boing y Sus Secuaces y explicó cómo pasa sus días, qué opina sobre sus hijos y de dónde obtiene la inspiración necesaria para los videos que publica cotidianamente. “Un día me plantee venirme a vivir al lugar en el que pasaba los fines de semana. Mi vida es más sana ahora”, comenzó en diálogo con Nacho Moyano y Giuli Nardone.
“Sigo viendo a 800 metros incendios en la zona de las islas. Es muy desgastante quejarse constantemente. Se pueden hacer marchas y cortar puentes, aunque la gente no para. Cada vez nos queda menos tiempo para intentar que el planeta sea más sano”, expresó en relación a la quema de pastizales en las distintas zonas del país.
Al ser consultado por Miguel y Mery, manifestó que son “una familia unida por los mismos gustos” y que “le es difícil” separar su rol de padre de la producción musical. “Con ella nos comunicamos a través de la música, soy su productor y es un placer tocar o escucharla”, siguió.
Asimismo, se refirió a su madre, quien aún reside en la ciudad junto a su hermana Daniela: “Siempre está, no entiende mucho de Spotify o de las redes, pero cuando viene al campo pasamos horas hablando. Cuando estamos juntos todo gira alrededor de Bernardita, mi nieta. Es mas intensa que Miguel”.
Sobre su método para crear indicó que “la calle da muchos recursos si vas atento” y que la atención “es más importante” que “el talento”. En la misma línea, se refirió a las historias y clips que realiza para promocionar productos: “Soy hijo de publicitarios y aprendí mucho de ahí. Cuando me dan algo para vender intento hacerlo divertido, no es un peso para mí”.
“Hay veces que no tengo ganas de hacer lo que rinde, como vestirme de mujer y salir a desfilar. Prefiero lo creativo, hacer de San Martín o cosas así”, añadió.
Por último, se sometió al ping pong producido por Fede Ludmer y aseguró que prefiere a Charly por sobre Fito; al campo antes que a la ciudad; y a Lionel Messi. “Mi mejor personaje fue Juan Asecas y no volvería a hacer Bañeros”, concluyó.
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