En junio de 2018, la compañía Abyss Creations, una de las más reconocidas en el sector de las muñecas sexuales hiperrealistas de silicona, presentó a través de su filial Real Doll, a Harmony, su primer robot con fines sexuales.
Sin embargo, quienes apostaron por esta novedad por el 2018 jamás se imaginaron que en 2020, una pandemia como el Coronavirus provoque que ante la necesidad del distanciamiento social y la dependencia cada vez mayor de la tecnología, un robot sería la perfecta compañía de muchos.
Por eso, desde la filial San Marcos ubicada en California, fabricaron los que son considerados los robots más parecidos a los humanos que se consigan en el mercado. El nuevo producto, no solo tiene una función sexual, sino que puede “conversar” con su propietario y reflexionar sobre temas que van desde religión hasta psicología y ética.
Según sus diseñadores, sus robots son inspirados en tecnología usada por Hollywood para darle “vida” a sus muñecas de silicona, pero su verdadera innovación es el desarrollo de inteligencia artificial para que sean más que un juguete sexual.
Su último diseño, Nova, ha captado la atención de la prensa internacional por su capacidad de reflexionar sobre temas de interés humano.
La muñeca, que cuesta US$6.500, puede contestar también preguntas sobre ética y moral. “Los seres humanos han intentado durante miles de años determinar el bien y el mal y aun no existe consenso universal. La cuestión que hace que el comportamiento moral sea moral es en realidad el difícil y profundo problema de la ética”, dice Nova.
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