El Gobierno Nacional busca de a poco dejar atrás la pandemia. Una de las medidas tomadas en los primeros meses del coronavirus en Argentina, junto a la cuarentena estricta, fue la suspensión de los desalojos y el congelamiento de los alquileres, con el objetivo de evitar que -ante la falta de ingresos- algunas familias quedaran en la calle o se les hiciera imposible abonar las cuotas mensuales. Estos decretos fueron prorrogados en los últimos meses de 2020.
Sin embargo, desde el Ejecutivo informaron que estas decisiones no seguirán en pie tras el siguiente vencimiento, que será el 31 de marzo. El ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi fue el encargado de dar la noticia, al mismo tiempo que confían en la Ley de Alquileres y el registro de los contratos en AFIP para tratar de controlar el mercado.
No obstante, los valores de los alquileres y la oferta se han visto fuertemente alterados a partir de estas últimas regulaciones. Muchos propietarios prefirieron sacar sus unidades del mercado inmobiliario a la espera de que este se acomode o incluso, destacaron que vender estaba entre las posibilidades.
“La Ley de Alquileres se reglamentó y los desalojos tienen que pasar por el Ministerio de Justicia para mediación, ya no va a haber extensión del DNU”, dijo el ministro Ferraresi. Señaló que “no hay extensión, lo más fuerte en la reglamentación de la Ley de Alquileres es la mediación de los desalojos y la inscripción en AFIP de los contratos”. Y añadió en diálogo con Télam: “Viene todo un tiempo nuevo, por eso está la convocatoria a que los inquilinos inscriban el contrato; hay una realidad totalmente distinta, con nuevos mecanismos y herramientas, y va a haber un control”.
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