Un joven de 17 años fue detenido tras tener un ataque de furia y destrozar un kiosco. El hecho sucedió en la madrugada del domingo en Nueva Córdoba, cuando el dueño del local se negó a venderle un vino y provocó la insólita reacción.
De acuerdo con las primeras informaciones, el hombre no quiso expenderle una botella de la bebida alcohólica al muchacho por ser menor de edad. En ese instante, el adolescente comenzó con las agresiones y, para tranquilizarlo, el comerciante le otorgó el producto.
Sin embargo, cuando se retiraba, el joven dejó caer el recipiente al piso y comenzó a exigir que le dieran otro. Completamente fuera de sí, el joven rompió la puerta y la vidriera a patadas. “Estaba intoxicado y alcoholizado. No estaba en sus cabales. Rompió todos los vidrios y se lastimó también él”, revelaron testigos de la situación.
Luego de ser detenido y posteriormente liberado, se acercó para solicitar los datos del establecimiento y reclamar por las heridas que se había ocasionado.
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