Pese a que las restricciones implementadas en la circulación para bajar la tasa de pacientes internados por accidentes vehiculares, parece estar dando resultados y está bajando levemente el porcentaje de camas críticas ocupadas por siniestralidad, preocupa el crecimiento exponencial de pacientes con Coronavirus en salas de terapia intensiva.
La ocupación es más alta que en el peor momento de la primera ola.
Después de quince días de estar al borde del colapso sanitario, Rosario no mejora su situación respecto a los pacientes que necesitan atención en cuidados intensivos a causa de enfermedades respiratorias producto del Coronavirus y otras patologías propias de esta época del año como las neumonías.
Según indicaron fuentes del gobierno provincial y local a Red Boing, en las últimas 72 horas fue complicado conseguir camas críticas tanto en el sector privado como en el público y este martes la saturación obligó a considerar la alternativa de traslados de hasta 160 kilómetros para atender a una persona con un cuadro grave.
Según explicaron los especialistas, si bien el descenso de víctimas de accidentes automovilísticos bajó en los últimos días en la ciudad, ese número aún no es suficiente para darle un respiro al sistema sanitario.
Sin embargo, la preocupación pasa por la cantidad de pacientes de Coronavirus que se encuentran ocupando una cama crítica. Si uno se remonta al pico de la primera ola, en el año 2020, el porcentaje de ocupación era, en promedio, del 90%. De ese número, apenas el 45% era por Coronavirus.
En la última semana, Rosario registró récords de contagios y fallecidos en un mismo día.
Rodrigo Mediavilla, director del Tercer Nivel de Atención del Ministerio de Salud de la provincia, indicó que “desde la torre central del Sies” se estuvo coordinando traslados de pacientes fuera de Rosario “porque la ciudad no tenía más camas. Anoche Rafaela tenía un 97 por ciento de ocupación. Santa Fe estaba al 98 y lo mismo Rosario”.
“Un paciente rosarino tuvo que ser trasladado a unos 125 kilómetros hasta Firmat y la única cama que queda libre por estas horas era una en El Trébol, a casi 160 kilómetros: La siguiente está en Venado Tuerto”.
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