Edgar Wildfeuer, último sobreviviente del Holocausto radicado en Córdoba murió a los 98 años. El hombre dedicó a contar su historia y el horror que vivió en sus días como prisionero en el campo de exterminio de Auschwitz.
“Mis condolencias a la familia y a la colectividad judía por la pérdida de Edgar Wildfeuer, quien fuera el único sobreviviente en nuestra provincia del campo de concentración de Auschwitz. Su vida fue un ejemplo de superación, que dedicó a mantener viva la memoria del Holocausto”, manifestó el gobernador Juan Schiaretti, en su cuenta de Twitter.
Wildfeuer nació en el 1924 en la localidad de Diedzice, Polonia, pero a los tres años se mudó, junto a su familia a Torun. Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, el hombre vivía en esa localidad y, luego de las deportaciones a los guetos, se escaparon a Podhuba, una región cercana a la ex Checoslovaquia.
En ese entonces, trabajó en una firma austríaca que reparaba caminos y, cómo era el único que hablaba alemán, se convirtió en ayudante del capataz. Cuando cumplió 18 años, un grupo de soldados alemanes ingresaron a su casa y asesinaron a toda su familia. Él se salvó porque había salido en bicicleta su almuerzo.
Luego, fue capturado y trasladado a Cracovia y deportado al campo de concentración y exterminio de Auschwitz. Fue tatuado con el número 174.189.
Sobre el final de la guerra, en 1945, Edgar estaba en otro campo de concentración y fue allí que los estadounidenses ingresaron a ese campo el 6 de mayo y encontraron a Wildfeuer, que para ese momento ya tenía 21 años y pesaba aproximadamente unos 40 kilos.
Se mudó a Argentina en 1949 junto a su mujer, Sonia Schulman que conoció Italia. Se instaló en Córdoba, se casaron y tuvieron tres hijos y siete nietos. Edgar fue el último sobreviviente en filmar con el Museo del Holocausto de Buenos Aires para el Testimonio Interactivo de Sobrevivientes, que se encuentra en etapa de posproducción.
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